Mientras en La Habana las Farc pidieron al ministro de Defensa que cese su "hostilidad verbal" contra la guerrilla y el proceso de paz, una familia campesina de Caloto se duele de tener que sepultar hoy al ser querido muerto por el artefacto explosivo que cayó sobre su humilde casa.
El cementerio del corregimiento El Palo, una zona azotada por los reiterados ataques del frente sexto de las Farc, será la última morada de Nilson de Jesús Rivera. El campesino de 27 años conversaba con familiares en el andén de su casa, cuando escucharon explosiones en ese sector de la vereda Venadillo.
La familia de la víctima sostiene que la tarde del pasado sábado transcurría tranquila, sin los constantes combates que los atemorizan. De pronto se sintieron explosiones. "Estábamos sentados charlando cuando uno de los tres tatucos que lanzaron cayó sobre el techo y explotó... mi hermano Nilson murió al instante y mi mamá, una hermana y la sobrina salieron heridas", relató Diomar Rivera.
La vivienda resultó semidestruida por la explosión y una mujer podría quedar desfigurada por las graves heridas en su rostro. La muerte de Nilson entristece a sus familiares y amigos, ya que en los últimos días trabajaba con esmero en la finca en la siembra de café, plátano y frutales, mientras esperaba la llegada de la Navidad.
Una sobrina recuerda que "estaba contento esperando que su hija de seis años le dijera qué regalo quería de traído de Niño Dios... su sueño era darle una casa propia a esa niña".
El alcalde de Caloto, Jorge Arias, y los habitantes rechazaron el ataque por considerarlo un atentado contra la población civil y una acción que viola el Derecho Internacional Humanitario.
El general Jorge Humberto Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, señaló tras este hecho que "las Farc han incumplido el alto el fuego unilateral que tanto anunciaron", al precisar que ese día no hubo combates.
La tragedia que enluta a la familia campesina de Caloto contrasta con el discurso conciliador que desde Cuba proyectan los negociadores de las Farc. Alias "Iván Márquez" leyó ayer un comunicado en el que "conminamos al ministro de Defensa para que al menos cese el fuego de su hostilidad verbal que incesante dispara contra el proceso de paz".
En el mensaje critican al Gobierno por no aceptar una tregua bilateral en Navidad y hacen un llamado a los soldados a "jugar su papel en la búsqueda de la justicia social y la reconciliación".
También insisten en que los diálogos deben "conducirse sin reticencias por la voluntad nacional que clama paz, soberanía y justicia".
Esta semana continúan las conversaciones de paz en La Habana, en procura de poner fin a un prolongado conflicto armado, el mismo que en medio de los diálogos sumó otra víctima inocente más.
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