Que es el disco de rock argentino más vendido de la historia, que pocos álbumes tienen tantos sencillos vigentes después de tanto tiempo, que se cumplen 20 años desde su lanzamiento o que en su versión siglo XXI logró reunir a cerca de 30.000 personas en Buenos Aires son buenas excusas para desempolvar un álbum clave en la historia del rock latinoamericano. Ninguna supera, sin embargo, el simple hecho de volver a un trabajo discográfico que añeja como pocos.
La gira que conmemora las dos décadas del álbum El amor después del amor aterriza hoy en el Jardín Botánico de Medellín con un Fito Páez cincuentón a punto de abrir una nueva faceta creativa y con nuevos objetos de colección, entre ellos un álbum en vivo y un DVD.
El 13 de marzo el cantante rosarino ajustó los 50 años. Nació en el 63, con Kennedy a la cabeza. Y en los próximos días, anunció desde su web oficial, lanzará al mercado su primera novela La puta que habla.
Escribirla, le dijo el artista al diario argentino Página 12, "fue muy emocionante, tanto como hacer música. Todos los personajes de la novela están atravesados por dos fenómenos: el amor y la pasión, que para mí son lo más importante."
En 50 años de vida y 20 de sólida presencia en un continente que ha recorrido de cabo a rabo incontables veces ya, Páez ha probado ser una mente creadora como pocas, capaz tanto en la composición y la interpretación como en la dirección cinematográfica y la escritura.
El concierto de hoy lo conecta una vez más a una ciudad que le ha sido fiel. La intimidad del Teatro Metropolitano, la informalidad de una carpa cabaret convertida en circo beat, la concurrida calle San Juan durante el Congreso Iberoamericano de Cultura 2010 y ahora el Orquideorama son solo algunos de los escenarios en los que piano, artista y Medellín se han encontrado.
El concierto
"Esta vez sí traigo un programa, vamos a hacer El amor después del amor entero, como está grabado, en el mismo orden y después sí tendremos una hora más sui géneris, donde cambia un poco el material", dijo el rosarino en la rueda de prensa que ofreció en Bogotá, donde se presentó anoche.
Prometió que será un concierto largo. "Hay que llevarlo con mucha tranquilidad, administrar las fuerzas porque las voy a necesitar para el final".
En el escenario estará con la rapera colombiana Nea Ferrer. "La vi una noche en un boliche. Tocaron un par de grupos y luego sale esa pantera con el pelo rubio y a menearse de esa forma, de repente abre la boca y empieza a cantar, recuerda", contó Páez.
Para Diego Londoño, bloguero musical, El amor después del amor es arriesgado, fuerte y sutil a la vez, tal vez como el concierto de hoy. "Es mi juventud. Todo lo que canta me sale".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6