Juan Gossaín se levanta más temprano que cuando trabajaba en radio. Y vive mucho más ocupado que para entonces. Eso que tanto le gusta, escribir, le llena las horas.
Su nueva novela, La muerte de Bolatriste, la tenía en la cabeza hace 40 años, como una idea que le perseguía.
¿Quién es Bolatriste?
"No era el personaje principal. Lo insólito que me pasó es que todos los demás son reales, con nombres propios. Bolatriste comenzó a aparecer como un personaje secundario y se fue volviendo tan importante que se tomó la novela. La verdad es que uno no controla sus personajes. Uno los crea, pero ellos toman vida propia y hacen lo que les da la gana".
¿Cómo se tomó la novela?
"La razón es una sola y tiene nombre propio, se llama el mar. Yo quería contar la novela del mar y de la gente que vive a su orilla".
Hasta se quedó con el título...
"Con todo. Y te voy a contar un secreto. Mi mujer, que era la única que sabía lo que estaba escribiendo y que lo veía todos los días -yo le pasaba las hojas que iba escribiendo y ella las rompía porque ella es un crítico implacable-, empezó a verlo y me dijo, Bolatriste es el hombre, no es Espinosa. Y hace como dos meses, ya terminando la novela entré al cuarto de mi casa en Cartagena, donde mi mujer estaba sola y se me quedó viendo y dijo '¿se murió Bolatriste'. ¿Por qué sabes? 'Por la cara de tristeza que traes'. Te juro que hice lo posible por salvarlo, pero no pude, ya no dependía de mí".
Es una idea que tenía hace mucho tiempo
"De cuando yo estudiaba bachillerato en Cartagena. Comenzaron a ocurrir esos hechos, conocí esos personajes y desde entonces vengo pensando en cómo contar esa historia. Duré cuarenta años elaborándola hasta que no tuve más remedio que sentarme a escribirla. Un día sentí que me faltaba el tiempo, que me faltaba aire y entonces dije en RCN, me voy a escribir la historia de Bolatriste, y a eso me fui".
¿Cómo es tener una idea rondándole 40 años?
"La mayor ventaja es que uno descubre que a medida que uno va cambiando de edad, también los recuerdos cambian. Vas madurando, vas adquiriendo una mayor capacidad de examinar los hechos a medida que pasan los años. No dudo que la historia de la novela a los 20 años en mi cabeza era una, a los 40 era otra y a los 60, que la acabo de publicar, es muy distinta".
Para Juan Gossaín el mar es muy importante...
"Déjame decírtelo con una frase que Bolatriste dice en la novela: 'Nada es mejor que el mar, ni las mujeres'. Yo no estoy muy de acuerdo con él, pero bueno, esa es su manera de pensar, no la mía. Yo hubiera dicho, nada es mejor que el mar, solo las mujeres".
La novela es reflexiva
"Es profundamente reflexiva, no solo sobre ese tema de la adolescencia, sino que en el fondo, por ejemplo cuando regresa el narrador, 60 años después, es la reflexión sobre la vejez y sobre el tiempo".
El tiempo en la novela juega un papel relevante
"El concepto de tiempo depende de la edad que tengas y del uso que hagas de él, no del reloj que te pongas. Eso es lo que la novela intenta probar, que mientras el nieto del narrador cree que el tiempo es mañana, el narrador supone que es de ayer".
¿Ha vuelto a San Bernardo del Viento?
"No he vuelto, pero se me está volviendo como al narrador de la muerte de Bolatriste, un regreso inevitable. No sé si vuelva, preferiría no hacerlo, pero uno nunca sabe qué va a pasar".
¿Y por qué no hacerlo?
"Porque San Bernardo del Viento no es como es, sino como yo lo recuerdo".
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