Los colombianos cometemos una serie de errores, que afectan al sistema circulatorio, a veces por ignorancia y también como parte de la cultura.
Así lo considera Natalia Jaramillo Cataño, cardióloga de la Clínica Cardio Vid, quien señala que ese primer mal hábito que afecta al sistema cardiovascular es la dieta, pues es rica en sal y grasas. Esta mala costumbre viene desde la infancia.
Agrega que para un especialista es muy complicado cambiarle todo su estilo de vida al paciente cuando le diagnostican problemas cardíacos. Por ello es necesario que desde la niñez se aprendan buenos hábitos de alimentación.
"Hay que educar en consumir poca sal, en no tener salero en el comedor, en tener una alimentación más rica en frutas y verduras, y también pocas calorías. Veo frecuentemente niños que desde muy pequeños los acostumbran a tomar gaseosa y muchos dulces. Probablemente van a llegar a ser adultos obesos", sostiene Jaramillo Cataño.
El médico deportólogo Javier Mario Jiménez Garcés, afirma que cada quien debe comer alimentos de acuerdo con la cantidad de calorías que vaya a gastar.
Así los seres humanos coman frutas, verduras, carbohidratos o solo una fuente energética, se les va a subir el colesterol, la presión, el nivel de azúcar, mientras no queme las calorías necesarias.
"Lo que uno busca permanentemente es tratar de tener una alimentación con unas indicaciones nutricionales muy grandes, cinco o seis verduras al día, tres o cuatro lácteos diarios, una ingesta de carbohidratos de 40 a 60 por ciento de las calorías de la dieta, 30 por ciento de proteína y más o menos el 10 por ciento de grasas, porque todos estos alimentos se necesitan para uno funcionar", sostiene el médico de la UPB.
Sedentarismo, en alza
Cada vez la población es más sedentaria y muy obesa, especialmente los hombres.
"También viene creciendo esa problemática en los niños y eso nos va a llevar a que cada vez las enfermedades cardiovasculares se presenten a temprana edad y que los sistemas de aseguramiento tengan mayores problemas, porque son enfermedades de alto costo".
Entre tanto, Jaramillo Cataño recalca que es importante caminar 30 minutos diarios cuatro o cinco veces a la semana, aunque en Medellín a veces esto se convierte en un inconveniente, debido a que no hay en todas partes senderos apropiados para ello.
"Creo que el sedentarismo es una de las causas de enfermedades y no le damos la importancia que tiene hasta que estamos enfermos", afirma la doctora.
Jiménez Garcés explica que actualmente se come poco en comparación con las costumbres de hace 30 o 40 años, cuando las personas ingerían casi el doble de alimentos. Sin embargo, no sufrían tanto de sobrepeso, debido a que gastaban más las calorías porque se movían y hacían largos trayectos a pie.
Es mejor prevenir
El tercer error es la falta de un seguimiento a los factores de riesgo. Eso significa que sólo hasta que una persona siente un dolor acude al médico. No se tiene la cultura de la prevención. Es necesario tener unos programas de prevención y promoción de vida saludable, con el propósito de identificar tempranamente los factores de riesgo de la población que aún está sana.
Por su parte, el médico de la UPB asevera que la prevención se podría hacer con una buena educación y con un buen sistema de la salud desde la actividad física y el ejercicio, así como la alimentación.
El cuarto aspecto negativo es la ingesta de alcohol.
"Nuestra población sigue siendo muy alcohólica. Sumando al licor, hemos visto desafortunadamente un aumento muy preocupante del consumo de cocaína, que está directamente relacionada con daños del corazón, no solamente por taquicardia e hipertensión que produce el consumo agudo, sino que supone también que las arterias coronarias se dañan más rápido en los pacientes que consumen esta droga. Vemos jóvenes con corazones de viejito y eso es ya una enfermedad que necesita tratamiento de por vida", advierte la cardióloga.
El mal manejo del estrés es otro hábito perjudicial para el corazón. Esto se traduce en tener el corazón a una frecuencia más rápida, la presión más alta o unas hormonas que se elevan en la sangre que hacen que aumente el ritmo de este músculo.
También se incluye ahí la ansiedad. "Tienen una mortalidad mayor las personas ansiosas, es decir se mueren más jóvenes, que las personas que no la tienen", apunta Natalia Jaramillo.
El cigarrillo es otro factor de riesgo. Hubo una época en que había bajado el consumo y ahora la población joven está empezando a fumar rápido a pesar de que son conocidas las consecuencias de este vicio, manifiesta la cardióloga.
El ejercicio una vez a la semana, al día siguiente de haber tomado alcohol es otro error que comenten algunas personas.
La especialista dice que en ocasiones se ve en los servicios de urgencias a pacientes que se van a hacer ejercicio los domingos o los días festivos después de haber consumido licor el día o la noche anterior, y muchas veces están deshidratadas o bajo los efectos del alcohol y terminan con la presión alta, con arritmias, taquicardias o se pueden predisponer a infartos.
"Ahí la recomendación es no hacer ejercicio si se ha consumido mucho licor, por el riesgo de estar deshidratado y aún así, cuando se va a hacer ejercicio se debe rehidratar muy bien el organismo", aconseja la experta.
Reitera la importancia de hacer ejercicio aeróbico. Salir a caminar no menos de 30 minutos por sesión de cuatro a cinco veces a la semana y no dejar pasar más de 48 horas en el ejercicio. Esa caminata debe ser constante, rápida y sin parar.
Asimismo, acudir a los programas especiales de ejercicios para la tercera edad y practicar la natación, aeróbicos o montar en bicicleta, entre otros ejercicios.
Otro mal para el corazón, es cuando las personas con riesgo cardíaco realizan actividades anaeróbicas, como levantar pesas, porque con este tipo de ejercicios se busca aumentar la masa muscular y no se logra un efecto benéfico a nivel cardiovascular.
Ulpiano Echeverri Montoya, neumólogo de la Clínica Medellín dice que el sistema cardiovascular y el respiratorio trabajan unidos y por eso los malos hábitos del uno afectan al otro. "El corazón bombea sangre a la arteria pulmonar que irriga todos los pulmones. El paciente pulmonar crónico en estado terminal final puede entrar en una insuficiencia cardíaca", concluye.
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