Artículos de la colección personal de Pilar Moreno de Ángel, quien fuera directora de la Biblioteca Nacional entre 1975 y 1979, ahora pertenecen a la Sala de Patrimonio Documental de la Universidad Eafit.
Se trata de documentos (lo que muchos bibliotecarios llaman hojas sueltas) que se adquirieron entre principios del siglo XIX y mediados del XX. Entre los autores se encuentran Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar, Tomás Cipriano de Mosquera, Camilo Torres, José María Córdova, Pedro Justo Berrío y José María Obando.
Esta adquisición engrosa la colección que en la Sala Patrimonial se tiene de Pilar Moreno de Ángel desde hace varios años.
Según María Isabel Duarte Gandica, coordinadora de la Sala Patrimonial, esta nueva colección está compuesta, básicamente, por cartas, hojas sueltas, boletines y tarjetas de invitación que provienen de la época ya mencionada.
"La importancia es que se trata de documentos únicos, algunos son impresos, pero muchos son manuscritos y hablan de cuestiones políticas, económicas, las guerras civiles del siglo XIX en el país y de los asuntos de gobernabilidad de Colombia", dijo la coordinadora.
El material trae actas firmadas por el rey de España en la época de la Colonia, registros de compra venta de muebles y enseres, y condecoraciones que Simón Bolívar firmó y le otorgó a los miembros del ejército libertador.
El gusto por la historia
La inicial poseedora de este conjunto de elementos históricos fue Pilar Moreno de Ángel, quien además dirigió el Archivo General de la Nación de 1981 a 1989.
También fue integrante de las academias Antioqueña y Colombiana de Historia, así como correspondiente de la Academia de Historia de España. Gracias a este oficio pudo rescatar piezas desconocidas de algunos personajes importantes del siglo XIX que hoy son de interés para reconstruir lo que fue el pasado de la Nación.
Pilar también escribió la que podría denominarse como una de las biografías más completas acerca del general Francisco de Paula Santander, para lo que fue adquiriendo documentos que le ayudaron a sustentar su trabajo.
Es así como pudo, a través de su gusto por los libros, construir una biblioteca personal en su casa de Bogotá a la que podían acceder muchas personas.
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