La Comisión Europea (CE) hizo "lo máximo posible" para responder a las críticas, procedentes sobre todo de Latinoamérica, a la nueva norma europea de retorno de inmigrantes y para aclarar su contenido e implicaciones, según el responsable comunitario de Justicia y Seguridad, Jacques Barrot.
La directiva, aprobada por la Unión Europea (UE) en junio y que establece como principal novedad un periodo máximo de internamiento para los indocumentados de 18 meses, generó numerosas reacciones de rechazo, en especial de gobiernos latinoamericanos y africanos.
En respuesta a una pregunta formulada por el eurodiputado español de CiU Ignasi Guardans, Barrot se declara consciente de la negativa respuesta a la norma y coincide con Guardans en que "muchas de esas críticas y recelos no encuentran fundamento alguno en la literalidad del texto".
El comisario explica que, para hacer frente a las críticas y explicar su contenido, la CE adoptó medidas inmediatas, como facilitar "orientaciones" a sus delegaciones en los países latinoamericanos y seguir atentamente la cobertura de prensa y las reacciones de sus autoridades.
Cita las actuaciones concretas de diversas delegaciones, en Uruguay, Venezuela, Perú, Honduras y Nicaragua, para contrarrestar las "críticas infundadas" y explicar "el valor añadido de la directiva".
Barrot recuerda que Bruselas también organizó una reunión con los embajadores y jefes de misión ante la UE de todos los países latinoamericanos, en la que mostró su disposición a debatir con ellos todos los asuntos relativos a la política europea de inmigración.
El comisario deja claro que, dado lo sensible del asunto, la Comisión Europea mantendrá sus esfuerzos con vistas al próximo examen por el Parlamento y el Consejo de otras propuestas legislativas en materia migratoria.