La crecida del río Misisipi continúa causando destrucción a su paso por núcleos urbanos y zonas de cultivo de la zona centro de Estados Unidos, lo que ha elevado los precios del maíz y la soja a niveles récord.
Las localidades a lo largo del río Misisipi en el sur de Illinois y Misuri luchan hoy por contener el cauce fluvial.
El Servicio Meteorológico Nacional informó este viernes que la crecida del río, que ha provocado por lo menos 24 muertos, alcanzará niveles más reducidos de lo esperado en días anteriores.
Por ejemplo, en la ciudad de San Luis, la mayor de Misuri, se espera que la crecida sea de once metros, muy por debajo del récord alcanzado en las grandes inundaciones de 1993, de más de quince metros.
Sin embargo, "aún va a haber muchas localidades que sufran inundaciones muy serias. Incluso con los niveles más reducidos de crecida que prevemos, muchos lugares están amenazados", declaró el meteorólogo Jim Kramper a la prensa local.
El Servicio prevé nuevas lluvias entre este viernes y sábado en los estados de Iowa y Misuri, ya muy afectados por las inundaciones, lo que podría empeorar la situación.
A lo largo de la jornada del jueves cedieron tres compuertas al norte de San Luis. La corriente que se encamina hacia el sur siguiendo el curso del río amenaza las localidades de Winfield y Elsberry, al norte de San Luis.
En el condado de Lincoln, donde se encuentran ambas poblaciones, el río supera el nivel de un 90 por ciento de las compuertas.
Cuatro mil personas sin hogar
Ante ello, docenas de voluntarios, ayudados por equipos de la Guardia Nacional, se han sumado a los esfuerzos para instalar decenas de miles de sacos terreros para proteger las compuertas.
Una primera evaluación de las autoridades este viernes indica que las compuertas que protegen Winfield resisten y la ciudad podría evitar lo peor de la inundación. Su vecina Foley no ha corrido la misma suerte y se ha visto alcanzada por las aguas que se desbordaron tras ceder las tres compuertas.
Hasta el momento, en lo que va de semana han cedido una veintena de compuertas y otras tantas se encuentran en peligro de ceder.
Se considera que el desastre, que se ha cobrado ya por lo menos 24 vidas, puede alcanzar las dimensiones de las inundaciones de 1993, consideradas entre las peores del siglo XX y que dejaron entonces daños superiores a los 20.000 millones de dólares.
Las inundaciones actuales provocadas por las tormentas que desbordaron el Misisipi a su paso por Iowa han asolado más de cinco millones de hectáreas de tierras de cultivo, lo que ha disparado los precios de la soja y el maíz y despertado los temores de nuevas alzas de los precios de los alimentos en los mercados mundiales.
La crecida de las aguas ha destrozado puentes y carreteras, cerrado fábricas y dejado a decenas de miles de personas sin gas ni electricidad. Tan sólo en Cedar Rapids, en Iowa, se calcula que cerca de 4.000 personas se han quedado sin hogar.
El tráfico fluvial se encuentra interrumpido, lo que causa pérdidas de varios millones de dólares diarios a los propietarios de las barcazas.
El mal recuerdo del Katrina
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se desplazó a las zonas afectadas este jueves para supervisar los daños y prometió toda la ayuda posible.
"Todo lo que podamos hacer inmediatamente, lo haremos", aseguró Bush, quien ha querido borrar, con su visita, los recuerdos dejados por la mala gestión tras el paso del huracán Katrina, que inundó Nueva Orleans en agosto de 2006.
La Casa Blanca ha prometido cerca de 4.000 millones de dólares en ayuda de emergencia procedente del fondo federal para desastres.
El candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, también visitó el jueves la zona afectada por la crecida del Misisipi. Su rival demócrata, Barack Obama, ya había hecho lo mismo a comienzos de esta semana.