Los trabajadores de la planta de Renault y Nissan en el estado de Paraná, Brasil, pusieron fin ayer a una huelga de cuatro días, luego de obtener lo aumentos salariales que demandaban.
Sin embargo, unos 4.500 trabajadores de la fábrica de Volkswagen en la misma región extendieron el paro que iniciaron hace cinco días, luego de que el fabricante alemán no presentó una nueva oferta en las negociaciones salariales, dijo un portavoz sindical.
Los 4.000 trabajadores del complejo de Renault y Nissan volvieron a sus labores tras aceptar un aumento salarial del 10,1 por ciento, menor al que había demandado el Sindicato de Volkswagen, que también ofreció un incremento salarial del 10 por ciento.
La huelga causó una pérdida de producción de unos 3.200 vehículos en la planta Renault/Nissan y de unas 4.200 unidades en la de Volkswagen, según el sindicato.
Los metalúrgicos de la llamada zona industrial ABC de Sao Paulo, donde tienen planta Volkswagen, Ford y Scania, también amenazaron con ir a la huelga en demanda de aumentos salariales.
Las negociaciones salariales entre las automotrices y el influyente sindicato metalúrgico de la ABC estaban estancadas hasta ayer.
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