Las inundaciones que azotan la Amazonía y la empobrecida región noreste de Brasil en las últimas semanas han dejado 20 muertos y medio millón de desplazados, según los últimos balances oficiales divulgados ayer.
Los estados más afectados son los de Bahía, Ceará, Maranhão, Piauí, Pará y Amazonas, en los que numerosos ríos se han desbordado por las persistentes lluvias y han inundado centenares de localidades ribereñas y obligado a evacuar a poblaciones enteras.
En Maranhão, la Defensa Civil ha contabilizado ocho muertos y 154.343 personas evacuadas. En São Luis, la lluvia ha obligado a que 53 mil personas abandonen sus hogares.
En Ceará, región turística por sus playas tropicales, el número de víctimas asciende a siete, mientras que en Salvador ya se han registrado cinco fallecidos.
En el estado de Piauí 25 municipios han decretado el estado de emergencia, entre ellos la capital, Teresina, puesto que 2.505 familias fueron obligadas a dejar sus hogares.
La Defensa Civil informó que el Gobierno ya repartió a los damnificados 50.150 cestas básicas, equivalentes a 1.153 toneladas de alimentos, aunque su tarea se está viendo dificultada porque numerosas carreteras están cortadas por los ríos.
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