Mira al cielo, se limpia el sudor, echa cuentas mentales y no da con la respuesta. "Yo creo que desde que me fui de Envigado". Y de eso ha pasado mucho, ¿o no, Camilo Giraldo?
Pues el hombre ni se acuerda cuándo fue la última vez que jugó de 10, ese del mediocampo que corre poco y reparte mucho. "Recuerdo que la última vez que fui un 10 fue en Envigado antes de irme al Medellín. Allá jugué en línea de tres, también en Nacional y en América. Hasta fui volante de recuperación en Ecuador. Pero es el puesto en que nací, el que conozco", reitera Camilo, que agarraba a balonazos las laderas de la quebrada La Iguaná, y que será el titular mañana para el duelo de Envigado ante Deportivo Cali.
Él será el llamado a apagar el fuego que trajo las suspensiones de Fredy Grisales (injuria verbal a un asistente) y Néider Morantes (agresión a un rival con reincidencia), que los dejan por fuera de este juego y del de la Copa Colombia.
Sin pereza y como lo ha hecho durante todo el torneo, Camilo se mide el traje amarillo y se viste de bombero.
"Para eso estamos, para jugar cuando el profe nos lo indique y poder aportarle al grupo. Lo bonito es que es un partido de finales y uno puede ser el llamado a remplazar a dos grandes jugadores", indica el volante, quien lejos del 10 que utilizaba en 2003, ahora tiene el 16, así la 10 no tenga dueño en la actualidad.
Camilo ya lo dijo: la posición de 10 la tiene en el baúl, y si hay que utilizarla, pues la desempolva. Pero la idea del entrenador Óscar Aristizábal es llevarlo a un costado, posiblemente por derecha, y con Dorlan Pabón como creativo por izquierda. Algo similar a lo que se vivió el miércoles con Totono y Memín, pero con Camilo en lugar de Grisales.
"Este es un grupo unido, que obvio va a sentir la ausencia de Néider y Totono, pero los que estamos ahí le vamos a poner el pecho a la situación. Queremos conseguir los tres puntos, y seguro que vamos a ir por ellos", reitera Giraldo, quien dejará su lugar entre los suplentes al guajiro Éder Munive, un hombre de corte defensivo.
Lo bueno para el naranja es que el Cali tendrá que venir a jugar, pues la derrota del miércoles en casa lo obliga a ganar en el Parque Estadio Sur o la Sultana se puede ir olvidando de la final de la Copa Mustang I.
La idea de Giraldo, como el sueño de todo el plantel, desde el utilero León Echavarría hasta el más juvenil Juan Fernando Quintero, es irse a ver a la Selección Colombia con un siete en la columna de puntos. "Eso sería pura alegría. Con la ayuda de Dios, si ganamos, tenemos un pie en la final", reitera el desempolvado 10, Camilo Giraldo.
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