La educación ha cambiado. Durante los últimos años los colegios incluyen en su portafolio académico temas que los diferencian de otras instituciones. Temas que antes eran "lujos", pero que se convirtieron en asignaturas necesarias.
Los bachilleres con énfasis académico, se han transformado. Ahora no solo reciben educación fuerte en las materias tradicionales como español o ciencias naturales sino que son formados de manera integral.
Por ello, la formación intelectual se ha combinado con la formación afectiva, espiritual y social. Ya no solo importa que el joven sepa de números y letras sino que se forme como persona y adquiera valores e instrumentos para su vida diaria.
Innovación educativa
Tal es el caso del Colegio Fontán cuyo sistema proporciona a los jóvenes libertad, pero libertad que solo da una gran responsabilidad.
Según Atanasio Roldán, director académico del Colegio Fontán, su método es individualizado, cada alumno aprende a su ritmo utilizando textos autodidácticos.
"Manejamos la promoción flexible, que consiste en que el chico ingresa al grado que le corresponde en cualquier momento del año y lo concluye cuando termina su plan de estudios a su propio ritmo, eso sí, teniendo en cuenta que cada asignatura la debe pasar de forma excelente", indicó el director académico.
Igualmente, para Juan Carlos Pérez, rector del Colegio Cumbres, lo que hace la diferencia es la manera en que se imparte esa formación, para llegarle de otra manera al alumno.
"El joven termina sus estudios siendo una persona que sabe interactuar con sus pares, con su familia y la sociedad. Fortalecido en la parte académica, con compromiso y apoyo a la comunidad" finalizó.
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