El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), Ben Bernanke, no propuso nuevas medidas por parte del banco central para impulsar la economía e insinuó que el Congreso tendría que actuar para estimular las contrataciones.
La agencia de noticias AP informó que en una reunión anual sobre economía en Jackson Hole (Wyoming), Bernanke dijo que, aunque las tasas de interés a niveles históricamente bajos promoverán el crecimiento con el tiempo, la débil economía requiere más ayuda en el corto plazo. De todas formas, dijo sentirse optimista de que, a la larga, el mercado laboral y la economía volverán a tener plena salud.
Su discurso fue precedido por la noticia de que la economía estadounidense apenas creció un 1,0 por ciento en el segundo trimestre, y que el ritmo de expansión fue un tímido 0,7 por ciento en los primeros seis meses del año.
En su discurso, Bernanke dejó abierta la posibilidad de que la F ED adopte nuevas medidas para fortalecer la economía. Agregó que su reunión de septiembre durará dos días en lugar de uno.
Los analistas indican que esta decisión tal vez responda a la necesidad de un debate más amplio y concienzudo sobre lo que necesita la economía estadounidense para salir del estado anémico en el que se encuentra.
Juan Camilo Rojas, analista internacional de la firma Correval, manifestó que "El mercado confía en las acciones que tome la FED y en la evaluación que hará de sus herramientas de política el 20 y 21 de septiembre. Pese a que el QE3 (el nombre técnico que le dan los analistas a un nuevo paquete de estímulo monetario) era una opción dentro de las herramientas, éste tendría un efecto de muy corto plazo", explicó.
Un llamado al Congreso
El presidente de la FED, señaló la agencia AP, insistió en la necesidad de reducir el déficit a largo plazo, pero resaltó que el futuro de la economía podría peligrar si la contratación laboral y el crecimiento económicos no son apuntalados ahora. "Los arquitectos de la política fiscal no deberían ignorar la fragilidad de la presente recuperación económica", indicó.
Bernanke criticó además la forma en que el Congreso manejó la ampliación del tope del endeudamiento gubernamental, e insistió que las gestiones afectaron negativamente a la economía, con consecuencias negativas a largo plazo.
El funcionario ofreció su discurso en momentos en que muchos economistas temen la posibilidad de que Estados Unidos vuelva a caer en breve en una nueva recesión. Uno de los principales motivos es la contracción del gasto consumidor, el precio de la vivienda está por los suelos, los salarios apenas crecen y el endeudamiento de los hogares sigue siendo elevado.
Mercados fueron optimistas
Las bolsas europeas cerraron a la baja, aunque lograron una leve subida y pusieron fin a una racha de cuatro semanas con pérdidas. El mercado cayó con fuerza después del discurso del presidente de la FED, pero después se recuperó levemente, pues queda abierta la posibilidad de que el estímulo monetario o cualquier otra medida por parte de la autoridad monetaria de los Estados Unidos sea anunciada el próximo 20 de septiembre.
Tras haber descendido agudamente durante la tarde, la Bolsa de Londres concluyó el día sin cambios, mientras que la bolsa de Alemania perdió 0,8 por ciento, y Francia cerró con un descenso del 1,0 por ciento.
Por otro lado, la Bolsa de Nueva York se mostró más optimista sobre lo que pueda pasar en la próxima reunión de la FED y cerró con un alza de 1,27 por ciento, a pesar de que el Departamento de Estado anunció que el crecimiento del PIB para el segundo trimestre fue de 1,0 por ciento, y no 1,3 por ciento como se había estimado inicialmente.
El petróleo de Texas (WTI, referencia para Colombia) subió un mínimo 0,08 por ciento y cerró en 85,37 dólares por barril, dividido entre el temor a que el huracán "Irene" afecte a las refinerías cuando llegue a la costa Este de Estados Unidos, y la revisión a la baja del crecimiento económico de ese país en el segundo trimestre del año.
El oro subió debido al pesimista panorama económico descrito por la Fed: ganó un 2,2 por ciento y cerró a 1.808,60 dólares la onza troy.
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