Dos caras de la emigración en España: un colombiano es exaltado como héroe por salvar a una anciana en un incendio. Esa es la cara rosa. La que faltaba: un emigrante boliviano es abandonado a 200 metros del hospital tras sufrir la amputación de un brazo.
A Franns Rilles Melgar, de 33 años, la emigración le mostró su cara más cruel. Mientras trabajaba de ilegal en una panadería, una máquina le cortó el brazo y su jefe se deshizo de la mano sin darle posibilidad de reimplante. Además lo abandonó a su suerte, en un acto repudiable y vergonzoso.
Franns trabajaba en la panadería desde hace dos años, 12 horas al día, sin contrato.
Ahora se recupera y ojalá como el héroe colombiano ahora sí consiga los anhelados papeles que le brinden estabilidad y seguridad.
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