Desde que tiene uso de razón, la música ha vibrado a su alrededor. Al fin y cabo su familia, desde su papá hasta su abuela y sus tíos, entre ellos Mario Sierra, fueron grandes melómanos que sin llegar a ser profesionales, dedicaban buenas horas a escuchar o interpretar diversos ritmos.
Por eso desde que tuvo uso de razón, Julio César Sierra Cárdenas decidió que quería ser pianista.
Empezó a estudiar en Bellas Artes piano clásico y la "goma" le duró hasta la adolescencia, cuando por asuntos de rebeldía dejó las clases a un lado.
No es que ya no quisiera la música, de hecho seguía tocando con algunos grupos y en ciertos eventos. Al terminar su bachillerato estuvo a punto de viajar a España a estudiar Ingeniería de Sonido y fue en ese momento cuando la Universidad Eafit abrió su carrera de música.
"Me presenté a composición pero como fui el único inscrito la universidad no empezó. Decidí entonces estudiar saxofón con el maestro Jaime Uribe y luego entré a composición; el piano reapareció como herramienta de para componer", recuerda Julio César.
Consciente de la importancia de la parte académica, rápidamente entendió también que no podía abstraerse de la música contemporánea, la urbana.
"La música tiene que ser un medio de comunicación para unir a la sociedad, a las comunidades, para transmitir ideas. Creo que es ahí, cuando llega al público, donde verdaderamente se hace el artista. De resto sería música para el ego", destaca Julio César.
Siempre inquieto, compartía su tiempo de estudio con la pasión por la música cinematográfica. "Me molestaban porque yo contaba las películas a partir de la música y no de las escenas", anota este novel músico y compositor que tiene en casa 60 gigas de música de cine.
Esta pasión lo llevó hasta Argentina donde conoció al compositor Guillermo Guareschi, egresado de la Universidad de Berkley, a quien aprovechó al máximo.
Fue en Buenos Aires donde estudió música incidental y para cine y adelantó cursos en el conservatorio nacional López Buchardo.
A pesar de su corta edad, tiene 26 años, su experiencia por el mundo le ha dado la oportunidad de compartir, recibir clases y consejos con el maestro Pablo Ziegler, pianista de Astor Piazzolla.
Ha sido arreglista, director musical y pianista en los conciertos: Cantemos con los Niños y las Niñas, para Unicef desde el año 2000; segundo puesto a nivel mundial en Kando Creation Awards en Tokio, Japón, por la producción musical y los arreglos de Spirit of Yamaha dentro de 443 canciones y países de todo el mundo.
También ha hecho la música para series de Sony TV como Los Simuladores, otras que están por salir al aire, y como co-compositor en documentales de Discovery bajo la dirección de Alejandro Ramírez.
Su actividad abarca la composición y arreglos de obras desde populares hasta sinfónicas, a través de distintas agrupaciones instrumentales. Actualmente trabaja como compositor de música para cine e incidental a través de Toccatta, su empresa independiente.
Además, Julio César es profesor de cátedra con énfasis en jazz de la Universidad Eafit, se desempeña como productor musical y arreglista de diversas producciones musicales nacionales e internacionales, y trabaja en la preproducción de la banda sonora de dos producciones cinematográficas: La Caravana de Gardel y Poker.
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