Quienes por estos días circulan por la vía que conduce a El Retiro o La Ceja o los que visitan el parque Los Salados de Comfenalco han percibido el descenso del embalse de La Fe.
¿Qué implicaciones tiene? Para Santiago Ochoa, vicepresidente de Aguas y Saneamiento de EPM, lo que está ocurriendo en La Fe es exactamente lo mismo que pasa en el resto del país. "Nosotros no somos ajenos al tema de la sequía por la falta de lluvias que hace que el nivel del embalse haya bajado. En un verano normal el embalse puede llegar a unos niveles del 70 por ciento de almacenamiento. El viernes de la semana pasada estaba en el 65 por ciento", indicó Ochoa.
Para contrarrestar esta situación, EPM cuenta con las estaciones de bombeo Río Piedras y Pantanillo, a través de las cuales se lleva agua natural desde los ríos Buey y Piedras hasta el embalse de La Fe para que suba el nivel. Del viernes de la semana pasada a hoy (ayer) se logró que subiera dos puntos porcentuales. Es decir, ayer martes quedó en un 67 por ciento. Su capacidad son 12 millones de metros cúbicos.
Ochoa señaló que si bien no se está en una situación de riesgo alto de desabastecimiento de suministro de agua potable, si envió un mensaje a los habitantes del Valle de Aburrá para que hagan un uso racional del agua.
Informó que el embalse de Riogrande está en un 40 por ciento, pero observó que su capacidad son 200 millones de metros cúbicos. "O sea, el 40 por ciento de Riogrande son 80 millones de metros cúbicos, que con seis veces La Fe", explicó.
El embalse de Piedras Blancas está alrededor del 90 por ciento, pero es pequeño, dado que su capacidad es apenas de 1,2 millones de metros cúbicos.
El vicepresidente de Aguas y Saneamiento de EPM dijo que esperan que en esta segunda quincena de abril comiencen las lluvias.
Mientras tanto pidió a los habitantes del Valle de Aburrá moderar los consumos y tener en cuenta aspectos como regar los jardines temprano en la mañana o en la tarde, cuando haya caído el sol.
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