Humberto Macías ha perdido varias ubres de su hato y posiblemente va a perder más. Por su vida de ganadero sabe que cuando a una vaca se le mete la comida entre cuerno y cuerno no hay púa que la pare.
En las épocas que escasea el pasto ha tenido animales que, tratando de pasarse a un potrero en recuperación, soportan los chuzones de las púas, empujan las cercas hasta tirarlas y se rompen las ubres y pezones.
Él ya ensayó en su finca de Ituango la cerca eléctrica pero tuvo que desmontarla porque el terreno era muy ondulado y requería muchos estacones.
Reconoce, sin embargo, el beneficio de ese tipo de cercamiento porque es una barrera que no lastima. Los impulsos de energía que recibe el animal son, como dice Andrés Garcés, del departamento de ventas de Servicercas, una barrera sicológica que se utiliza cada vez más, no sólo para ganado, sino también para caballos y mascotas en casa fincas.
En cuanto al costo los comerciantes aseguran que, contrario a lo que podría pensarse, son más económicas las eléctricas que las de púas. Jorge Restrepo Restrepo, director de la línea ganadera de Durespo, dijo que la diferencia es de 5 a 1. Los costos se aumentan con el alambre de púas, explicó, porque se oxida rápido, dura entre tres y cuatro años y requiere estacones cada dos metros.
En la eléctrica se usa un alambre galvanizado que dura entre 20 y 30 años y los estacones pueden estar cada 10 metros. Si el terreno es quebrado la distancia se reduce.
Humberto Macías contó que 500 metros de alambre de púas que le valen 150.000 pesos alcanzan para unos 160 metros de cerca porque se necesita tirar unas tres cuerdas.
Por parte del alambre para la eléctrica, Andrés Garcés dijo que un kilo cuesta 5.500 pesos y alcanza para 25 metros si es calibre 12,5 o 35 si es 14.
En cuanto al precio de la instalación en una hectárea de potrero Juan Diego Tobón Acevedo, asesor del Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES, calculó que está entre 1.000.000 y 1.500.000 de pesos.
En el mercado el precio se maneja por kilómetro lineal y suele incluir alambre, impulsor, pararrayos, varillas, asesoría e incluso mano de obra. Después del primer kilómetro el precio se puede reducir a 300.000 pesos porque ya está instalada la parte principal del sistema.
Los beneficios, además de los económicos, están en la racionalización del pasto. Tobón señaló que el cuadro de la cerca se puede dividir con cintas o alambres para que los animales coman lo necesario, de acuerdo con los cálculos específicos para el caso, y permitir la recuperación total del pasto.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4