L os actores colombianos ahora tienen un nuevo papel en sus manos y, más que aprenderlo de memoria para pararse frente a la cámara e intentar su mejor actuación, deben leerlo para hacer cumplir la ley.
El Congreso de la República aprobó el jueves la Ley Fanny Mikey, ésa que les reconoce a los artistas, intérpretes o ejecutantes de las obras audiovisuales, el derecho a recibir una remuneración equitativa por la emisión pública o el alquiler de obras audiovisuales de las que hacen parte.
El senador Luis Fernando Velasco, ponente de la iniciativa, explicó que "se trata de un reconocimiento patrimonial a los derechos de autor", porque los actores "dejan más que su memoria en el papel, ponen su espíritu, su preparación y su vida".
La norma, que le hace con el nombre honor a la actriz colombo-argentina, fue aprobada en el Senado por 57 votos a favor y 5 en contra. Y la aprobación trajo aplausos, gritos y abrazos a decenas de artistas que se dieron cita en el Capitolio Nacional o en las redes sociales.
"Aprobada la ley!!!!!! Se nos reconoció el derecho de autor!!! Gracias!!!! Me salen lágrimas!!!!"", escribió la actriz y escritora Patricia Castañeda en su Twitter. "Gracias por su apoyo a esta ley, una lucha de muchos años, desde mi padre hasta hoy día", escribió, por su parte, el actor Julián Román.
"El intérprete en Colombia no ha sido respetado nunca y nuestros contratos son absurdos porque la gente no tiene seguridad alguna. Esta ley nos va a proteger, pero falta reglamentarla para saber cómo nos van a ser pagadas esas platas a los actores", expresó el actor Carlos El Gordo Benjumea.
El derecho de remuneración, según el comunicado del Ministerio de Cultura, se hará efectivo a través de sociedades de gestión colectiva de derechos de autor, que deberán crear los artistas, para que los represente y cobre los derechos de comunicación pública.
"Vamos a ver cómo se cumple la ley. Siempre ha sido muy difícil el manejo con los actores, porque somos un gremio muy desunido", anotó Benjumea.
La ley busca entonces proteger los derechos patrimoniales de los actores de telenovelas, que después de ser transmitidas en el país, son vendidas y retransmitidas sea en Colombia o en el exterior.
"Yo hice hace 30 años la película El taxista millonario y a pesar de tener el 10 por ciento de los derechos de propiedad intelectual, nunca se me pagó un centavo", contó como anécdota el actor.
Límites y derechos
La ley aclara que no se tienen en cuenta las emisiones públicas, por tanto no habrá remuneración cuando se hace con fines educativos. Tampoco incluye establecimientos abiertos al público, que tengan por propósito entretener a sus trabajadores o en aquellos como tiendas, bares, supermercados, droguerías, gimnasios y otros productos y servicios, que buscan entretener al público consumidor. Dentro de las restricciones también está que los artistas, explican en el comunicado del Ministerio de Cultura, "no pueden suspender, prohibir o alterar la normal explotación comercial de la obra por su productor, utilizador o causahabiente".
Durante las sesiones de discusión de la ley, la mayoría de productoras y comercializadoras de televisión se opusieron a la norma, argumentando que tendrán que pagar más a los artistas.
No obstante, la ley Fanny Mikey ya fue aprobada y pasa ahora a la firma del presidente Álvaro Uribe Vélez.
"Celebramos la ley porque pone al día la legislación cultural de Colombia y señala toda una línea de trabajo en el campo de las artes audiovisuales y escénicas. La ley es el fruto de años de trabajo y de un movimiento de actrices y actores que buscan condiciones de equidad y de dignidad para su profesión", indica la Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno.
Hay que señalar que Colombia es uno de los principales países exportadores de América Latina, de producciones de televisión, como telenovelas, dramatizados y otras series.
"Es un acto de justicia, porque los artistas le han dado mucho al país, no solamente los actores. También están los escritores, productores, en fin, toda la gama del arte colombiano", dijo el ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio.
Sobre el nombre de la ley, dice Anamarta de Pizarro, directora del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá: "Era como una manera de hacerle un homenaje a una persona que hace poco se había muerto, que representa lo importante del trabajo cultural de este país y la dignificación del trabajo del actor".
No es extraño, pues Fanny hizo mucho por la cultura del país. En 2007, fue el personaje más votado en el listado de las 10 personas más influyentes de la cultura colombiana en la década de 1997 al 2007. Enhorabuena por los actores de cine y tv, que celebran su nuevo papel .
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