¿A vos quién te dijo que el único globo que no va a hacer daño, es el tuyo?
El mensaje es claro: el control sobre el globo lo tiene cada quien mientras lo eleva, pero una vez en el aire, su suerte está echada.
A la cabeza de esta iniciativa, que busca disminuir el riesgo de incendio de la mano con una reducción objetiva en el número de globos elevados, está la Corporación Empresarial del Aburrá Sur (Prosur), un sector que se ha visto afectado por las conflagraciones ocasionadas por las mechas de estos objetos voladores.
"Hicimos un estudio y vimos que es cierto que el globo tiene un gran arraigo popular y cultural, que en efecto tiene un factor de unión entre la familia, pero también encontramos que quienes los elevan no lo asocian con ningún tipo de peligro", comenta Alberto Morales, empresario afiliado a Prosur.
Pero la intención, agrega Morales, no es prohibir por prohibir, sino generar una reflexión en torno a esta práctica navideña.
"Hay que dejar de pensar en que los globos que causan daños son los de los otros", concluye Morales.
¿Alternativas? Para el día están los globos sin mecha, que se valen del aire que calienta el propio sol para elevarse.
Y para las noches hay una opción que se hizo famosa el año pasado en Medellín: una cometa con luces led, que baila en el cielo y que, en el mejor de los casos, puede pasar como un objeto volador no identificado.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
