En la zona de meta los ires y venires, las pequeñas carreras, las alegrías y las frustraciones invadieron las caras de quienes acompañaban a los participantes de la categoría júnior.
Los rostros de las madres de familia, se comprimieron por igual. Algunos papás casi que se reventaron de hacer fuerza. Sin embargo, paradójicamente, los más frescos fueron los ganadores o los derrotados, quienes recorrieron el estrecho pasillo donde se tomaron las medidas de los pedalazos, para saber si habían estado o no dentro de lo reglamentario.
Una de las fornidas barras vino desde Puerto Berrío, para acompañar la victoria, por demás repetida de Vanessa Flórez Arroyave, quien pagó con su éxito el viaje de sus acompañantes.
Ahí pegada a la baranda, también estuvieron la mamá y la hermana del longilíneo Jerónimo Bedoya Botero, un muchacho de El Retiro que tiene pinta de ciclista-ciclista, quien este año tuvo otro triunfo en Palmira, Valle del Cauca.
Él, de lo más sereno, tras haber ganado con comodidad, contó sus emociones, lo importante que ha sido el apoyo de su papá Alonso Bedoya, un ebanista que no pudo bajar a Medellín por cosas de trabajo, para ver otro logro de su muchacho de 12 años.
Ahí pegadito estuvo también Santiago García Giraldo, quien mostró cara de contento por su conquista en la categoría de 10 años de los júniors. "Él es muy dedicado. Lleva cuatro años de ciclismo y venía de tener gran actuación en la Micro Vuelta al Valle del Cauca", relató feliz su padre César Augusto García, quien no veía la hora de volver a Granada, para contarles a los suyos lo que Santiago había logrado en la edición 40 del Clásico EL COLOMBIANO-Indeportes Antioquia.
Mientras se hacía fila en la lista de vencedores, por los altavoces llamaron a más competidores, para tomar la partida en el rápido criterio, que para los más sardinos se despachó en menos de dos horas, para todas las categorías.
Y de los más contentos en esa hilera de ciclistas de todas las categorías que dieron vueltas por los parqueaderos de la unidad tenística Carlos J. Echavarría, fueron los familiares de Vanessa Flórez Arroyave, quien contó satisfecha todos sus esfuerzos para combinar el estudio y el deporte.
"Estaba nerviosa y sentí presión, porque conocía bien a las rivales que venimos corriendo desde años atrás. Esto es con mucho cariño para los miembros del Club Amigos del Ciclismo de Puerto Berrío", contó, mientras su papá, la hermana y otros amigos y ciclistas hicieron su pequeña fiesta de cara a la victoria
Pico y Placa Medellín
viernes
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0 y 6
