El romanticismo que llega a los semilleros de medicina veterinaria se puede desinflar con un pinchazo de sinceridad.
En el que comenzará el 30 de julio en la Universidad de Antioquia los estudiantes de grados décimo y once de bachillerato se encontrarán de frente con Alberto Botero Gutiérrez, un médico veterinario que habla claro de su profesión.
Ese programa de la U. de A. tiene la intención de brindar orientación sobre la formación y los perfiles profesionales del médico veterinario. Por eso, quizá, pusieron en el equipo de profesores a Botero, capaz de aterrizar de un tirón a un globo.
No solo a las clases del semillero, también en los primeros semestres de la carrera, este docente se encuentra con lo que llama alumnos "Animal Planet", esos que llegan filosóficos con el asunto de los animales.
Él, con 18 años de experiencia docente, los puede dejar como cachorros asustadizos con frases como que el porcino, la vaca y el pollo son carne que camina. Su concepción del médico veterinario es la de alguien más al servicio del hombre que del animal, encargado de producir alimento.
Un bachiller que alucina con el Encantador de Perros puede quedar aturdido con las apreciaciones de Botero pero la idea es, cree él, que reciban una especie de "resumen" de toda la carrera.
Entre los temas que deben ver los interesados están, por ejemplo, laboratorio de anatomía y fisiología, agroecología, medicina de aves, cerdos, caninos, felinos y fauna silvestre, producción e industrialización de la carne, entre otros.
En la Universidad CES tienen un programa similar, el Taller de inducción a la medicina veterinaria y zootecnia, que comenzará el 20 de agosto. La mayoría de quienes se matriculan llega con orientación sobre el asunto, principalmente en el tema de la medicina veterinaria y no tanto en la zootecnia, como explicó Carolina Cataño Gil, médica veterinaria coordinadora de la educación continuada en la institución.
Gil consideró que los conocimientos con los que llegan los alumnos de noveno, décimo y once de bachillerato son en parte porque en sus familias han tenido fincas y eso los acerca a los animales y la producción.
En la temática del taller del CES, que se ofrece dos veces al año, se dictan clases sobre la base del examen clínico, la fundamentación en administración pecuaria y biología celular y bioquímica.
En los programas de ambas universidades la práctica es parte práctica es esencial y por eso los alumnos pondrán a prueba en fincas y clínicas las ganas de ser médico veterinario.
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