La pérdida en movilidad puede tener un grave costo para una ciudad en términos de competitividad. Las congestiones se presentan ya a todas horas y en muy diversos sitios de Medellín y de sus municipios vecinos en el Valle de Aburrá.
No es solo un sector o barrio el afectado, pues el rezago en materia vial tiene sus consecuencias en numerosos puntos críticos.
A la necesaria inversión en vías se le debe sumar la concertación con el sector transportador para la plena integración con el Metro.
Tener metro, metroplús y cables en operación es una ventaja comparativa que la ciudad tiene que aprovechar.
Cualquier inversión que se haga en vías resultará insuficiente, por el crecimiento desmesurado del parque automotor, si no hay una cultura que favorezca, y acciones que posibiliten, un Sistema Integrado de Transporte.
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