Hay revistas que se leen con deleite, desde la primera hasta la última página, incluida la publicidad. Esta experiencia se traslada a los quioscos virtuales, esos sitios en internet que hacen las veces de una gran estantería, en la que se puede comprar la suscripción a una publicación con solo hacer clic.
Con más de 50 mil usuarios registrados, una opción es Revisterovirtual.com, que concentra más del 90 por ciento de la oferta de revistas del país. Su director, Salomón Cuperman, explica que esta modalidad es distinta a llevar el contenido de la publicación a un sitio web.
Mientras que en este último caso, puede encontrarse un contenido parcial y la pauta puede ser cambiante, en un quiosco virtual se encuentra, página a página, cada edición, incluidos los avisos que se pautaron.
Como otros servicios en el mundo, Revisterovirtual.com utiliza el formato flip, que permite visualizar cada página y hacer zoom en el contenido de interés como fotos o gráficos.
Cuperman señala que las empresas que publican pueden saber cuánto tiempo gasta un lector en leer su edición. En promedio 10 minutos, según sus mediciones.
A Cuperman le tomó dos años desarrollar su idea, que ahora sirve para los fanáticos de las revistas, pues las hay de suscripción gratuita también; para quienes quieren dar un regalo en el exterior y para las empresas productoras de contenido que ahora venden por otro canal.
Muy ambiental
La idea de este tipo de sitios es que usted consuma estas publicaciones de forma similar a como lo hace en el papel, pero evite los problemas del almacenamiento. Su hemeroteca es virtual.
Cuenta Gloria Melo González, librera de Al pie de la letra, que, justo, por estos días, un conocido suyo le contaba lo que le significaba tener que botar revistas de colección, clásicos como El viejo topo , que no podía seguir guardando más.
Gloria cree que esta es otra manera de hacer una colección, aunque añade que siempre conviene que existan las dos opciones. Porque no hay nada más delicioso "que una revista me espere", en especial si lo hace cuando uno se va a dormir.
Como en el caso de los libros electrónicos, la discusión no es si esto remplazará a lo otro, porque no lo cree, pues libros y revistas seguirán existiendo en su concepto, sino, si la gente lee.
"Con la virtualidad, cambia la esencia del libro, pero este permanece", añade.
Sin duda, uno de los sitios más experimentados en esto es Zinio.com, que funciona como un gran quiosco virtual con más de 45.000 títulos. En el PC se hace el registro y se pueden visualizar con la descarga de un Reader o lector especial.
Recientemente, esta experiencia se trasladó a los usuarios del sistema operativo Android y actualizó su versión para el iPad con nuevas funcionalidades, como la posibilidad de marcar el punto donde iba la lectura, al momento de interrumpirla.
En un comunicado divulgado en su sitio, Richard Maggiotto, CEO y fundador de Zinio.com, explica que una de las nuevas funcionalidades es la llamada Explorar, que sugiere al lector contenidos seleccionados de editores reconocidos de todo el mundo, los cuales puede navegar por categorías, y en su idioma (hay más de 30).
Una manera de ir a la fija, no perder un detalle en la hemeroteca digital.
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