Tribunas ansiosas, jugadores sin guardarse nada aunque sin éxito en la cancha, árbitros que permitieron el juego fuerte, arcos que pedían a gritos goles, equipos erráticos y técnicos viviendo contrastes.
Así fue el primer tiempo del clásico 260 entre Atlético Nacional e Independiente Medellín en la noche de este sábado en el estadio Atanasio Girardot ante unas 25.000 personas que presenciaron un 0-0 que aplazó la clasificación de los verdes y ratificó el liderato de los rojos.
Los nacionalistas arrancaron con el balón en su poder, pero los rojos metieron más miedo cuando llegaron a predios del arco de Gastón Pezzuti. Sin embargo, ese período inicial dejó un balance pobre en emociones para la tribuna y en fútbol para las dos escuadras antioqueñas.
Nacional, obligado a ganar para asegurar su clasificación hacia los cuadrangulares semifinales de la Copa Mustang II salió a buscar el partido en el complemento y estuvo cerca de lograrlo con las aproximaciones de Giovanni Moreno, Yeison Devoz y Ezequiel Maggiolo.
Los tres tuvieron oportunidades claras, sólo que se dejaron contagiar de la ansiedad que se les notó a todos los seguidores verdes, y carecieron de claridad en el remate final o no pudieron con la seguridad del portero Aldo Bobadilla.
El cierre del clásico rosa, por la campaña de la prevención del cáncer de seno, fue dramático, porque el elenco verde no dejó de atacar y trató de hacerse a la victoria arriesgándose como ocurrió en el minuto 78 cuando Luis Carlos Arias estrelló el balón en el horizontal.
Medellín, parándose muy bien atrás y tomando precauciones ante la salida por lesión de John Javier Restrepo, evitó que su rival le hiciera daño y lo puso a sufrir, pues todavía no está claro si con 26 puntos es suficiente para clasificar a la semifinal.
Si bien lució mejor en el tiempo final y tuvo las mejores opciones, Nacional careció de puntería y por eso le tocará esperar hasta la última fecha para asegurarse en la siguiente instancia.
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