El Día del Hincha terminó en una pesadilla para Atlético Nacional gracias a que los aficionados fueron superiores con su participación en las diferentes actividades y los jugadores lucieron inferiores con su pobre respuesta en la cancha frente al Deportivo Pereira.
Gran parte de esos espectadores que entre las 8:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde derrocharon sentimiento verde en cada una de las actividades que programó la institución en la Unidad Deportiva fue la misma que al final le pidió a los jugadores que se fueran "por sinvergüenzas" y demostró su dolor gritando arengas en contra del grupo en las afueras del camerino en el Atanasio Girardot.
¿Para qué organizan un evento de estos si los jugadores no actúan para los hinchas?", preguntó Juan Pablo Rivera, un pequeño de tan solo 12 años, cuando abandonó el escenario mostrando impotencia. Para él, Nacional perdió 1-0 con Pereira porque "fue desordenado, no jugó a nada y el cuerpo técnico no hizo los cambios a tiempo".
Y tenía mucha razón porque el conjunto verdolaga ayer no jugó a nada y fue superado, de principio a fin, por el onceno matecaña, que ganó con un gol de Leonardo Medina (31'), el buen toque de casi todos sus integrantes, y la gambeta de Carlos Darwin Quintero.
Al Nacional de ayer, que volvió a evidenciar la irresponsabilidad de sus jugadores con la expulsión infantil de Estiven Vélez, a los cinco minutos por codazo a Medina, le faltaron ganas, ideas y fútbol, ya que siempre le apostó al pelotazo y evidenció desorden a lo largo del partido.
Prueba de ello es que Sergio Galván terminó de defensor y Humberto Mendoza trató de volante o delantero demostrando la impotencia que produce el jugar sin argumentos y verse superado ante su propia fanaticada, esa que llegó dispuesta a gozarse el Día del Hincha y de nuevo salió decepcionada porque Nacional evidenció que anda sin brújula.
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