Sin ínfulas de escritora pero con mucha fe y amor, Mónica Tamayo de Gallón se decidió a compartir con los colombianos su versión "aterrizada" de la Novena de Aguinaldos, gracias a la insistencia de su sobrino Andrés Gallón.
Ella se dio cuenta, desde hace muchos años, que los niños asisten a las novenas básicamente motivados por cantar Tutaina y por recibir alguna golosina.
"Con mis hijos, sobrinos y vecinitos, decidí rezarla a mi manera, explicándoles el significado de cada pasaje", precisa esta ejecutiva antioqueña.
Agregó que su objetivo es que a través de una historia bien contada, "los niños se acerquen más a Dios y le cojan gusto a esta celebración en un diálogo más cercano ya que el lenguaje original, siendo muy bello, es muy elevado".
Su versión fue revisada por el padre Luis Fernando Betancur. Y una vez que tuvo el visto bueno, todo fue asunto de ponerla en manos de expertos como Lina Tobón, editora de IdeaBox y Juliana Gallón, gerente de Detalles Publicitarios, quien se encargó de todas las ilustraciones.
Enciende antorchas
La Novena, que ya está a la venta coincidiendo con el mes de los niños, viene en tres presentaciones: una de pasta dura y full color; otra de pasta blanda, también en color, y otra más como esta, en blanco y negro, que invita a los pequeños a pintarla.
Lo bueno de este proyecto es que un porcentaje de las ventas se destinará a la Fundación Social Antorchas de Vida, una entidad sin ánimo de lucro con diez años de labores a favor de los niños y adolescentes de la calle.
"En nuestra institución nos enfocamos en la reintegración familiar, escolar y sociofamiliar, de lunes a viernes, a través de un proceso muy pedagógico", explica el psicopedagogo Luis Fernando Cortez, quien, en compañía de su esposa Lucy de Cortez, se dedican de lleno al cuidado de 65 menores.
La Novena es especial "y evoca momentos de magia alrededor del pesebre", recuerda emocionado Camilo Gallón Tamayo, uno de los hijos de Mónica. Más informes en el 312 6262.
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