Muchas enfermedades no solo afectan la visión sino también la apariencia física de las personas. Un ejemplo de esto es el estrabismo, el cual consiste en la desviación de los ojos.
El tratamiento de dicha patología debe buscar sobre todo la mejoría de la visión, pero además un beneficio estético para el paciente.
El estrabismo puede ser hacia adentro o convergente, hacia afuera o divergente, hacia arriba o hipertropía, hacia abajo o hipotropía o torsional, que tiene que ver con los músculos oblicuos. Además, existe el microestrabismo que consiste en una desviación tan pequeña que es imperceptible a simple vista y por lo tanto, se necesita un examen para detectarlo a tiempo, ya que de no ser así podría afectar la visión de manera irreversible.
"Cuando es un solo ojo el que siempre se desvía, la visión por éste será mala. A eso lo llamamos ambliopía u ojo perezoso. Es muy importante hacer un diagnóstico y un tratamiento temprano de esta enfermedad, preferiblemente antes de los tres años, ya que consultar tardíamente puede ocasionar que la persona quede viendo mal de por vida", afirma Guillermo Vélez, jefe del Servicio de Estrabismo del Hospital San Vicente de Paul.
Muchos pacientes que sufren de ambliopía necesitan tratamiento por años. Éste puede consistir en tapar el ojo bueno durante algunas horas el día para estimular el trabajo del otro ojo.
También existe el estrabismo alternante que, según explica el médico Guillermo Vélez, es cuando algunas veces se desvía un ojo y otras veces el otro, ocasionando que se pierda el sentido de profundidad y la visión binocular normal. En los niños se presenta la endotropía infantil o congénita, cuando aparece en los primeros meses de vida un estrabismo convergente.
"Estos niños requieren cirugía para alinear los ojos, y hacerla pronto, ojalá antes de los dos años, les dará la oportunidad de recuperar su visión binocular normal", afirma el doctor Vélez.
Algunas veces, las causas del estrabismo están asociadas a factores genéticos o hereditarios, así que si alguno de los padres ha tenido esta enfermedad pero su hijo a simple vista no presenta desviación, es recomendable, de todas maneras, consultar al oftalmólogo para descartar la patología con exámenes.
"El estrabismo acomodativo se presenta en los niños que tienen defectos de refracción (miopía, hipermetropía y astigmatismo) que no se han corregido y por lo tanto, el paciente trata de acomodar por sí mismo la visión y desvía los ojos. Este problema se corrige con lentes", explica Guillermo Vélez.
En esta enfermedad, la cirugía puede ser el complemento de otros tratamientos, dependiendo de cada caso. El procedimiento quirúrgico consiste en la acomodación y ajuste de ciertos músculos del ojo.Estrabismo en adultos
Por lo general, el estrabismo adquirido en edades adultas se manifiesta por visión doble y puede tener varias causas. Una de éstas puede ser por un trauma a nivel del cráneo, que produce un estrabismo paralítico y que debe ser tratado inmediatamente y hacerle seguimiento.
Otra de las causas, en personas mayores de 50 y 60 años, es de origen vascular de tipo parético o por parálisis de los nervios del ojo debido a una microtrombosis. También se puede presentar en pacientes diabéticos, hipertensos o con arterioesclerosis.
Otra patología
El pterigión o terigio es otra enfermedad del ojo que consiste en una invasión del tejido conjuntival de la córnea, el cual va creciendo de manera lenta.
Éste se identifica muy fácil ya que comienza a invadir lentamente la córnea, usualmente en la parte expuesta entre los párpados.
Los síntomas que pueden presentar los pacientes, según explica la oftalmóloga cirujana Clara Londoño, son el enrojecimiento ocular frecuente y la sensación permanente de cuerpo extraño.
"Las causas implicadas en la formación de pterigión son un componente genético y la exposición frecuente a irradiación solar, por lo que esta enfermedad es mucho más común en los países tropicales", afirma la doctora Clara.
El tratamiento es quirúrgico y consiste en la resección o extirpación del tejido afectado, luego se limpia bien la zona de la córnea que estaba comprometida y se coloca un injerto, llamado plastia, del tejido conjuntival sano del mismo ojo, usualmente de la parte superior, y se sutura.
Clara Londoño explica que "las técnicas quirúrgicas actuales permiten ofrecerle al paciente una muy baja posibilidad de reproducción de la enfermedad, alrededor del 2 por ciento".
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