Es conocido como "el segundo piso" de Medellín, y este calificativo no es una mera exageración paisa.
El Oriente cercano, compuesto por los municipios de Rionegro, La Ceja, El Retiro, Guarne, El Carmen y Marinilla, se ha convertido en una alternativa para vivir, trabajar y descansar que muchos habitantes de la capital antioqueña contemplan cada vez con más fuerza.
Y no están solo atraídos por las bondades con que la naturaleza premió a esta zona del departamento: sus aguas, su verde, sus montañas y su flora.
Poco a poco estos "pueblos" se convierten en pequeñas ciudades con todos los servicios que una persona requiere para desarrollar su vida cotidiana sin traumatismos.
Muchas ventajas
Hablar hoy del Oriente antioqueño implica pasar revista al acelerado desarrollado urbano que se puede cotejar con solo echar una mirada a los numerosos proyectos inmobiliarios que se anuncian a lo largo de las vías que lo conectan con Medellín.
También de la nueva vocación económica que se perfila en sus calles, cada vez más comercial e industrial que agrícola. De igual manera, destacar que es una de las pocas regiones en Antioquia que cuenta con una relativamente buena infraestructura vial que permite un desplazamiento ágil entre sus municipios y éstos con la capital.
Además, como polo de atracción de inversiones es hoy uno de los más apetecidos por personas naturales y empresas que han decidido instalar allí sus plantas de producción y de paso, fomentar la calificación de la mano de obra en la zona.
Propios, y quienes recientemente llegaron allí con la idea de establecerse y echar raíces destacan las grandes ventajas que tiene vivir en el Oriente antioqueño: de un lado la posibilidad de disfrutar de un entorno más relajado que el que se vive en una urbe como Medellín, pero sin necesidad de perder el contacto con la ciudad cuando es necesario. También la posibilidad de satisfacer todas la necesidades con servicios de igual calidad a los que se encuentran en una ciudad mucho más grande.
Hacia el futuro
Pero el Oriente no es solo un pasado histórico importante para Antioquia y Colombia, o un presente vibrante y en crecimiento. Es, sobre todo, un futuro que se avizora promisorio y con un desarrollo en armonía con la naturaleza y el hombre.
Su ubicación privilegiada, que permite que esté equidistante de los principales puertos colombianos sobre los océanos Pacífico y Atlántico, hacen que la región esté en la mira de inversionistas nacionales y extranjeros que buscan instalar allí bases de producción o comercialización para atender no solo a Colombia, también el comercio con otros países de la región. No en vano el desarrollo de proyectos industriales está hoy en auge.
Y lo más importante, la gente que habita la región toma conciencia de la importancia de privilegiar el desarrollo sostenido y concertado, de unir voluntades en proyectos de gran envergadura que permitan que las potencialidades que tiene no se desperdicien. Ya se habla de la creación de una zona metropolitana entre estos municipios, una figura que podría permitir que sin perder sus bondades pueda dar un paso importante en su modernización.
Este especial pretende dar una visión de lo que está pasando en el Oriente cercano antioqueño, y mostrar como la región crece en el ofrecimiento de proyectos de vivienda, desarrollos industriales, comerciales, turísticos o de servicios que procuran una mejor calidad de vida para sus habitantes actuales y el potencial de crecimiento que en los próximos años se espera en la zona.
De hecho hoy la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia cuenta más de tres mil viviendas nuevas construidas o en desarrollo en diferentes tipologías y para una amplia variedad de compradores, una cifra que evidencia el atractivo que representa esta zona.
Este polo de desarrollo está listo, lea y conozca sus ventajas, sus potencialidades y comparta con quienes ya han visto en la región un futuro.
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