La batalla por la calidad de la imagen y el menor consumo de energía son dos de las necesidades que juntas han impulsado la búsqueda de tecnologías que permitan fabricar pantallas muy delgadas.
Una de esas innovaciones es el OLED (Organic Light Emitting Diode, o Diodo Orgánico Emisor de Luz), que se constituye en un dispositivo que es calificado, hasta ahora, como toda una revolución.
"Las tecnologías actuales (plasma y LCD) tienen límites que el OLED supera en gran manera", dice el ingeniero Electrónico Franco Oberti.
El experto explica que en particular, su mayor bondad, es la excelente calidad de imagen (no superada hasta ahora por sus antecesoras); además del bajo costo de energía y la miniaturización en la fabricación.
Es competitivo en precio, en especial, en pequeñas pantallas (celulares, MP3 y radios de carro, por ejemplo).
Sin embargo, "se necesita masificar los procesos de construcción para que tengamos televisores OLED en nuestras casas, lo que espero se pueda dar en esta década".
Esto dependerá de que evolucione la investigación en el tema, lo que además, permitirá aumentar la vida útil del dispositivo, su principal límite actual.
Para algunos fabricantes, hablar de OLED es todavía una utopía para pantallas de grandes formatos, tal como lo indica Christian Camilo Guzmán, ejecutivo de Entrenamiento de LG.
La razón son los costos implicados en los procesos de fabricación. Por ello, a pesar de las bondades, LG los utiliza para pantallas de su línea de teléfonos móviles.
Acercarse a este nuevo mundo del OLED empieza a ser un asunto fascinante, reservado a ferias u objetos hechos en pocas cantidades, que anticipa lo que será la tecnología futura de las pantallas.
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