Dos investigadores argentinos, Peruzotti y Smulovitz, han acuñado recientemente el término de rendición de cuentas social, aludiendo a qué es lo que hacen las organizaciones de la sociedad civil para controlar al gobierno. Se diferencia de un concepto más restringido de rendición de cuentas por el carácter informal de los que controlan, quienes no hacen parte del sistema formal de contrapesos y controles oficiales.
De acuerdo a Peruzotti, la efectividad de la rendición de cuentas social no depende del número de personas que pertenezcan a la organización, sino más bien de qué tan activos son, y especialmente, la visibilidad que tengan sus acciones para el público.
Sin duda, la participación ciudadana no tiene como único objetivo el velar porque el gobierno actúe bajo la legalidad y reduzca los comportamientos corruptos y clientelistas, la gente también se organiza para obtener beneficios más particulares como acceder a opciones de crédito informal, divertirse, o socializar.
En Medellín varias investigaciones han mostrado que la participación es baja, medida por el número de organizaciones a las que pertenece la gente. Este dato debería prender las alarmas del gobierno local, porque la principal razón que las personas anotan como obstáculo para no pertenecer a organizaciones formales es el desconocimiento de los espacios de participación.
En cuanto al impacto de ésta, en la encuesta de percepción de Medellín Cómo Vamos se le preguntó a la gente si la participación ciudadana había logrado reducir la corrupción, el clientelismo y la politiquería, influir en las decisiones de las autoridades locales, y hablar más de igual a igual a las organizaciones sociales y a sus líderes con las autoridades locales. La opinión de la ciudadanía resultó muy dividida frente a los resultados de la participación en estos aspectos.
Estos ítems consultados aluden a organizaciones que tienen dentro de sus objetivos la rendición de cuentas social, con lo cual en este tipo de participación ciudadana, más de la mitad de la población no está percibiendo buenos resultados. La gente es más optimista frente a que la participación ayuda a resolver los problemas de las comunidades, aumenta su interés y fortalece las organizaciones sociales.
En la ciudad existe un espacio de maniobra grande para mejorar la participación ciudadana no sólo en cantidad sino también en calidad. Debe haber un mayor esfuerzo de las autoridades locales para promover los espacios existentes; además, institucionalmente se deberá propender porque en ellos los esfuerzos organizativos redunden efectivamente en el fortalecimiento de la democracia participativa y en un mayor control social sobre los asuntos públicos.
* Coordinadora Medellín Cómo Vamos
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