Al tiempo que Grupo Argos celebra los positivos resultados de sus más grandes negocios, cemento (Argos) y energía (Celsia), así como los avances de Compas (puertos) y Situm (inmobiliario), también al presidente de este conglomerado multilatino, José Alberto Vélez Cadavid, le inquietan dos asuntos asociados a la venta del 57,66 por ciento de la Nación en Isagén.
Por un lado, que se suba el precio base de 2.850 pesos a 3.178, por acción y, por otro, que aún no se conozca la reglamentación de la subasta.
Cabe anotar que el Grupo Argos fue el primero de los jugadores que manifestó abiertamente su interés en pujar para hacerse al control de la tercera generadora de energía del país, en la segunda etapa del proceso de enajenación de acciones que anunció el Gobierno desde el 29 de julio. Con todo, el presidente del Grupo Argos, en entrevista exclusiva con El Colombiano, respondió que "seguimos totalmente firmes" en el proceso para ser el nuevo socio estratégico de Isagén.
¿Le inquieta que subiera el precio base de Isagén?
"Sinceramente sí. Creo que ese tipo de modificaciones no son convenientes. El Gobierno dice que cambia el precio porque hay apetito de compra, entonces ahí es cuando uno diría: deje que el mismo mercado actúe en esa dirección. El hecho de anunciar un precio y luego cambiarlo, hace que algunos de los participantes, sobre todo los internacionales, digan que aquí las reglas de juego no están muy claras. Además el Gobierno no ha sacado la reglamentación y mientras no la conozcamos es difícil anticiparnos a hacer pronósticos".
¿El Grupo ha perdido apetito por la dilación de la venta?
"No, estamos totalmente firmes, incluso nos ha servido para profundizar en la estructura financiera y evaluar varias opciones en ese sentido. Estamos muy pendientes de la fecha en que salga el reglamento de subasta, pues a medida que pasa el tiempo, llega el fin de año, entra en vigencia la Ley de Garantías y comienza el periodo electoral, lo que puede hacer que este proceso empiece a ser más complejo. Veo que el Gobierno está cauteloso frente a las distintas demandas que tiene el proceso".
¿La emisión de $800.000 millones en bonos ordinarios de Celsia tiene que ver con la puja por Isagén?
"En parte sí y en otra parte con los proyectos que adelanta Celsia. Esta es una emisión que tiende a mejorar su situación financiera, al tiempo que hay proyectos en construcción como las centrales de Tuluá (Valle) y Cucuana (Tolima), pero también viene Porvenir II (Oriente de Antioquia), donde estamos cerca de obtener la licencia ambiental".
¿A qué otros países está mirando el Grupo para continuar con su expansión?
Desde cemento, la región sigue siendo la misma: sur de Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe y el norte de Suramérica. Estamos buscando alternativas de adquirir plantas de compañías en plan de desinversión. Tenemos un par posibilidades de escenario, pero apenas en etapa muy preliminar. En el lado de energía se sigue mirando en Centroamérica y Suramérica. Pero ahora estamos muy concentrados en el proceso de Isagén. Si por alguna circunstancia no resulta Isagén, buscaremos más afuera aunque las posibilidades son escasas, pero existen".
De otro lado, ¿los resultados del tercer trimestre están en linea con lo presupuestado para el año?
"Están inclusive mejores de lo presupuestado para el año, tanto los de Grupo Argos como Cementos Argos y Celsia. Los ingresos consolidados a septiembre fueron de 5,6 billones de pesos, un crecimiento de 13 por ciento. Si excluimos los efectos de las utilidades extraordinarias de 2012 (desinversiones), la utilidad neta crece al 15 por ciento. Vamos por buen camino y podemos tener al final del año un mejor resultado de lo proyectado, mientras se mantiene dinámica la construcción y la demanda de energía"
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