P ocas veces, por no decir que nunca, habían estado de acuerdo Fedegan y Colanta. Pero esta vez están de acuerdo para conjugar el verbo derogar.
Cada uno a su manera y en fechas diferentes, le pidió al Ministerio de Agricultura que derogue el Decreto 2000 del 8 de junio, que estableció un límite o contingente anual de 14.000 cabezas para las exportación de ganado en pie.
Jenaro Pérez Gutiérez, gerente de Colanta, señaló, en carta al ministro Juan Camilo Restrepo del 6 de julio, que "la restricción a las exportaciones de ganado en pie, especialmente de hembras y terneros, afectan directamente a los criadores de ganado y a los productores de leche".
Y señala que los precios de vacas, teneros y novillos de finca son similares hoy a los de hace 5 años y que las exportaciones de carne en canal y cortes especiales, convertidas a novillos de 450 kilos, ascendieron en 2008 a 597.000 cabezas; en 2009, a 427.000 y, en 2010, a 38.000 cabezas.
"Y las proyecciones para este año -dice Colanta, no superan las de 2010, más las escasas exportaciones que se han venido adelantando a la República de El Líbano".
Señala Pérez: "son cifras que no superan el uno por ciento de la producción total del país, lo que permite concluir que no representa amenaza que merezca tan drástica medida de prohibir las exportaciones, porque eso es lo que significa el decreto 2000".
Fedegan está de acuerdo...
Y el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, José Félix Lafaurie, le dijo al viceministro de Agricultura, Ricardo Sánchez el 1° de julio, tras una reunión con los ganaderos de la Costa que "el clamor general es que el decreto debe ser derogado para mantener el mercado de El Líbano".
Dice Fedegan que detrás de los ataques de varios exportadores al gremio a raíz de la medida, "hay un inmenso negocio de aquellos comercializadores que le compran los animales a los ganaderos a 2.600 pesos kilo en pie y lo entregan en los barcos entre 3.050 y 3.120 pesos el kilo, según la calidad".
Y agrega Colanta: "Para la ganadería de leche y de doble propósito (carne y leche), el mercado de El Líbano es importante, porque allí se aprecia la calidad de la carne y prefieren los cruces con razas europeas. Al prohibir la exportación de terneros, regresamos a la situación donde éstos tienen poco valor en las zonas lecheras y se sacrifican clandestinamente, como lo señalan las cifras de sacrificio en frigoríficos".
"La restricción a la comercialización de hembras reduce los precios y conduce necesariamente al abandono de esta actividad, perjudicando especialmente a los pequeños ganaderos", dice Pérez.
Y El presidente de Fedegan señala que cuando la Costa estaba muy entusiasmada con Venezuela, más de 245 mil reses salieron para ese país en 2006 y se exportaron 20 mil toneladas de carne en canal y el total exportado fue de 271 millones de dólares. Dos años después, en 2008, al limitar las exportaciones de ganado en pie, salieron únicamente 8.449 animales y, en cambio, se exportaron más de 750 millones de dólares por la venta de carne y derivados.
¿Cuánta riqueza se va de nuestras manos?, preguntó José Félix Lafaurie.
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