Tras la estela de un fornido hombre que conducía la moto a cuarenta kilómetros por hora, seguía el futuro del ciclismo de pista de Colombia.
Esos anteojos que hoy luce y el casco protector no permiten reconocer con claridad a quien comanda el grupo de muchachos que van raudos por la pista del velódromo Martín Cochise Rodríguez.
La fila se hace larga por el óvalo de cemento, en la que por la mañana temprano, entrenan duro los participantes de la Copa Colombia Antonio Ambrosio Esguerra (q.e.p.d.) y los muchachos que hoy viajarán a los Juegos Nacionales Intercolegiados que se harán en tres localidades del departamento de Boyacá.
Pero al bajarse de la moto, se reconoce la figura siempre fuerte del ex recordista mundial Efraín Domínguez Rueda, 55 años, quien en un 7 de agosto le enseña lo que es la libertad del pedal a sus pupilos.
A esa hora, 10:00 a.m., Diana García salía disparada hacia unas urgencias odontológicas, situación que le obligaba a abandonar la práctica matinal a la doble medallista de oro del Panamericano.
"Pongo en duda mi actuación, pues las cordales me están fastidiando", dijo al volver al velódromo, donde los juveniles y prejuveniles terminaban de montar después de un buen rato.
Aún sudorosos, en las barandas cercanas al óvalo, buscaban alivio a su esfuerzo dos fornidos deportistas, que aún con escasa edad comienzan a sonar.
Piernas largas, musculatura de atletas, vistosos uniformes y elogios de quienes los manejan, acompañaban la presencia de Kevin Ríos (San Rafael) y Nicole Estrada.
Los dos van para los Juegos Nacionales Intercolegiados y ayer inflaban camisetas antes del viaje a tierras boyacenses, donde esperan llenarse de puntos y preseas de oro.
"En Barranquilla gané tres medallas de oro y una de bronce en el Campeonato Nacional de la categoría prejuvenil. Ahora voy por más", cuenta este muchacho de 16 años que mide 1.82 metros y que pesa 63 kilos.
"Mi meta es traer cinco preseas doradas", dice sin pena el longilíneo pistero que hizo los 2 mil metros como si se tratara de una competencia.
"El muchacho pinta; se le ven ganas", dice sobre él Efraín Domínguez, quien este sábado se va para Duitama con sus pisteros, esos en los que pone la ilusión, como cuando a él le dieron vuelo muchos años atrás, antes de convertirse en unos de los pisteros más rápidos del planeta.
Y en turno estaba la morena Nicole Estrada (recuadro) la sardina de hablar seguro y firme, quien surgió de La Ceja, cultivada deportivamente por el club de allí, más el amor de su mamá, Amaranta Jaramillo.
Casi sobre el filo del mediodía estaba por terminar la práctica. Diana García se disponía para que le sacaran las cordales de urgencia; los ecuatorianos se enrumbaban hacia el hotel, en tanto que las delegaciones de Bogotá y Cundinamarca le conocían algunos secretos más al óvalo del Cochise Rodríguez.
Efraín Domínguez no paraba de anotar cifras en un papelito, con la ayuda de su asistente Nicolás Quintero (Club Ciclístico de San Rafael), de hacer cálculos y cuentas con los tiempos de los prometedores jovencitos Kevin y Nicole, quienes apenas se presentan en público, ese que ayer por la tarde llegó a la casa de Cochise, para conocer in situ a aquellos que se atreven a seguir los pasos del profe Domínguez, el fornido de la rápida moto.
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