Ante la imposibilidad de controlar a toda una manada de hipopótamos que vive por fuera de la Hacienda Nápoles, para impedir que sigan reproduciéndose, castrar a dos ejemplares es una opción para mitigar al menos el crecimiento del problema que representan estos animales ajenos, de hasta cuatro toneladas, para la vida en la zona.
Los dos ejemplares están aislados del grupo principal.
"La Universidad CES nos presentó la propuesta económica de las cirugías para la castración de algunos que ya tenemos ubicados", señaló David Echeverri, ingeniero ambiental de Cornare, encargado de buscar solución al asunto.
El funcionario confía en que en un plazo no mayor a un mes haya un convenio firmado entre las dos instituciones para emprender el procedimiento de captura y las cirugías requeridas.
"Tenemos que estar seguros de la presencia de ellos. Parece que han estado deambulando mucho y eso dificulta y retrasa el proceso", agregó.
A pesar de que se lleve a cabo el procedimiento con éxito, el experto admitió que lo que se ha hecho hasta el momento "son paños de agua tibia para manejar el problema".
Aunque algunos de los hipopótamos que se habían separado de un primer grupo identificado, han regresado a la manada, con la colaboración de los pobladores de la región, Cornare busca dar con el paradero de los que continúen errantes.
Echeverri explicó que con el Gobierno Nacional, otras corporaciones autónomas regionales y una sanción ambiental contra la Dirección Nacional de Estupefacientes, por su responsabilidad sobre los animales, se buscan recursos para una contención controlada.
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