La novela italiana del ex primer ministro Silvio Berlusconi, tuvo ayer un aparente capítulo final que dejó frío al mismo protagonista porque esperaba salir triunfante, pero fue condenado en primera instancia a siete años de prisión y a la inhabilitación perpetua para cargos políticos.
Abuso de poder e incitación a la prostitución de menores fueron los cargos que le comprobaron aunque el controvertido político y empresario dijo en un comunicado que la condena dictada del Tribunal de Milán es una ofensa a los italianos que votaron por él y aseguró que tiene intención de resistir a esta persecución judicial porque es inocente.
"Estaba verdaderamente convencido de que me iban a absolver porque en los hechos no había de verdad ninguna posibilidad de condenarme. Y, sin embargo, se ha dictado una sentencia increíble, de una violencia nunca vista ni escuchada antes, para intentar eliminarme de la vida política de este país", afirmó Berlusconi.
Su abogado, Niccolo Ghedini, calificó de ilógico el veredicto y dijo que apelarán la sentencia contra el magnate de medios de 76 años. La condena se suma a las crecientes complicaciones que enfrenta el actual primer ministro de Italia, Enrico Letta, cuyo frágil Gobierno de coalición está respaldado por el partido de centroderecha Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi.
También la hija mayor de il Cavaliere, Marina Berlusconi, se pronunció como primogénita y presidenta del grupo empresarial familiar Fininvest, diciendo a través de otro comunicado, que la condena a su padre estaba ya escrita desde el inicio del caso, con el guión planteado por la Fiscalía de Milán. "Este proceso se concibió para celebrarse en las páginas de los periódicos, en los debates de televisión, para destrozar al hombre identificado como el enemigo político a abatir y no para establecer la verdad de los hechos", dijo la mayor de los cinco hijos de Berlusconi, citada por Efe.
Las tres juezas del caso Ruby dictaron 7 años de prisión para Berlusconi (uno más de lo que pedía la Fiscalía) al cambiar en parte la formulación de uno de los delitos, pues Berlusconi fue condenado por abuso de poder por constricción y no por inducción como figuraba en la acusación de la fiscal, Ilda Boccassini.
Cargos detallados
El caso juzgaba la supuesta incitación a la prostitución de menores que cometió Berlusconi al mantener relaciones sexuales de pago con la joven marroquí Karima El Marough, alias Ruby, cuando ésta no había cumplido aún 18 años, mientras que el abuso de poder llega por la llamada que realizó a una comisaría de Milán para exigir que liberaran a la chica tras ser detenida por un robo.
Por su parte, Daniela Santanch, funcionaria del partido PDL, dijo que "es vergonzoso, una desgracia este fallo" de la corte de Milán. Sin embargo, Santach sostuvo que la decisión no tendrá impacto en el funcionamiento del Gobierno.
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