Iniciar un proceso de convergencia con unidad de acción con las distintas fuerzas políticas y sociales que se oponen a una nueva reelección presidencial para enfrentar la convocatoria del referendo, en caso de que sea aprobado por la Corte Constitucional, propuso Carlos Romero, miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático Alternativo.
El Polo, que vive una fuerte debate interno debido al triunfo electoral de Gustavo Petro en las pasada consulta de la colectividad, busca llevar el debate del referendo a un plan de "abstención activa".
Para lograr su objetivo, la colectividad busca convergencias estratégicas con los partidos de la oposición a la reelección, como Cambio Radical, el Partido Liberal y el sector pastranista del Partido Conservador, el cual se opone a la reelección presidencial.
En el conservatismo, las banderas del rechazo al referendo son manejadas por las aspirantes presidenciales Noemí Sanín Posada y Martha Lucía Ramírez, precisamente, las últimas que llegaron al Partido, con el propósito de multiplicar sus posibilidades ya que ninguna de las dos veía opciones como independientes.
A la jugada política antirreeleccionista del Polo también serían agentes activos los núcleos antirreleccionistas del uribismo, la Iglesia Católica, las centrales obreras y otros sectores sociales, explicó Romero.
"Se impedirá que el referendo reeleccionista obtenga el umbral electoral que requiere para ser aprobado. Derrotado el referendo habría que iniciar conversaciones para que mediante un programa mínimo que garantice la vigencia de la democracia y los cambios socioeconómicos que requiere Colombia, se logre impulsar un gran acuerdo nacional”, expresó el dirigente polista.
Otra de los frente de trabajo contra la reelección es la defensa del actual censo electoral, de 28,9 millones de personas, y entre las cuales figurarían, al menos, tres millones de muertos, los cuales tendrían participación activa el día de los comicios.
