Es evidente que la Emergencia Social es una medida coyuntural y necesaria, también es claro que se mantienen las causas de los desequilibrios financieros del sistema, en especial el alto costo ilimitado y las actividades No POS.
Se puede señalar que el origen más importante del problema está en los acuerdos o pactos logrados durante estos años, cuando se concreta una distribución de recursos orientada a las actividades curativas y costosas.
Modificar el pacto logrado en el momento puede ser difícil, pero es necesario para reorientar las demandas de atención del sistema de salud. Deben ser diferentes para favorecer a otros sectores y especialistas de la salud, también a un grupo poblacional más amplio y humilde y a un esquema menos curativo y más técnico en lo que respecta a la detección temprana de las enfermedades y a las actividades preventivas. Es importante seguir profundizando en los pasos que se están dando para una solución más definitiva del sector salud: - La sentencia de la Corte Constitucional (T 760, parágrafo 35), donde plantea que el derecho a la salud es limitable para asegurar la eficiencia en el manejo de los recursos.
- Las sugerencias o propuestas que se están ventilando en el Congreso de la República sobre una ley estatutaria que aborde este tema para garantizar la sostenibilidad del sistema.
-La mayor novedad estaría en la obligatoriedad de las EPS para implantar un mayor gasto e inversión tecnológica en la detección temprana de enfermedades, actividades preventivas y su manejo integral para niños y adultos mayores, estableciéndoles la obligatoriedad de realizar la demanda inducida para estas actividades y el cumplimiento de cobertura ante la Supersalud.
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