Un medidor de lentitud en el crecimiento económico es la desconfianza del consumidor. La última Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC), realizada en mayo pasado por Fedesarrollo, muestra que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) alcanzó 21,4 puntos, cifra que se ubica 8,2 puntos por debajo del registro del mes de abril del presente año.
Parece inevitable la pérdida del dinamismo y eso también lo confirma la reducción del Índice de Confianza del Mercado (-1,14 por ciento) debido a las menores expectativas de reducción de la inflación y a la mayor percepción de desaceleración de la economía.
La misma encuesta de Fedesarrollo muestra que la disposición para la compra de vivienda continúa moderándose. En mayo, el 60,7 por ciento de los hogares encuestados respondió que era un buen momento para comprar vivienda mientras que 36,7 por ciento expresó lo contrario. De esa forma el balance a esta pregunta se ubica en 23,9 por ciento, lo que implica una reducción de 2,9 puntos con respecto al balance del mes inmediatamente anterior.
Adicional a ello los empresarios, en la Encuesta de Opinión Industrial Conjunta de la Andi, calificaron el primer trimestre de "destemplado" debido a la disminución de las expectativas.
Según ese sondeo, en los tres primeros meses del año se registró un menor ritmo de crecimiento, bajó la utilización de la capacidad instalada y el panorama que se percibe en el clima de los negocios es menos despejado.
"Para tener una visión adecuada de la situación industrial es conveniente esperar unos meses para ver si se trata de una tendencia a la desaceleración o los datos están afectados por efectos como el hecho de que este año la Semana Santa cayó en marzo", dice la encuesta, al añadir que en este mismo período se registró la huelga de Cerromatoso.
Juana Téllez, jefe de Servicios de Estudios Económicos del BBVA, asegura que los datos anteriores dicen que es inevitable una disminución en el crecimiento, como quiera que el país venía de unos picos muy altos.
"Creemos que el primer trimestre la economía crecerá un cinco por ciento en promedio. El segundo semestre el descenso será un poco más pronunciado y habrá una leve recuperación al final del año".
Germán Verdugo, director de Investigaciones de Correval, detalla que no hay duda de que se está sintiendo la restricción de la política monetaria del Banco de la República. Sin embargo, advierte que se debe evitar que haya un mayor enfriamiento de la economía. Y eso se logra en la medida en que el Emisor no imponga más restricciones y que la situación económica externa se mantenga en los mismos niveles, que son manejables. Y estima que el crecimiento del primer trimestre será del 5,1 por ciento, que es el más bajo de los últimos ocho trimestres.
Por su parte Ricardo Durán, director de Investigaciones de Corredores Asociados, opina que el freno de mano que el Banco de la República le puso a la economía al subir la tasa de interés hasta el 9,75 por ciento empieza a pasarle factura a los diferentes sectores, especialmente al comercio y a la industria. Su apuesta es que el crecimiento del PIB en los tres primeros meses del año será del 5 por ciento, que también se explica por los festivos de Semana Santa y por la huelga en Cerromatoso. Sin embargo en el segundo trimestre esos dos fenómenos no se presentaron, por lo que la situación a su juicio, es preocupante debido a que es probable que los niveles de desempleo aumenten y ello acentuará la inminente desaceleración de la economía nacional.
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