Ahora que el país anda tan revuelto, y en medio de esa maraña ni siquiera está claro que Juan Manuel Santos trabajaba para su campaña de reelección cuando propuso la venta de Isagén, sería bueno que nos expliquen cómo nos iría en Antioquia y al país si se concreta la venta de la generadora energética.
El cuento del Gobierno de que con ese movimiento es más barato obtener los recursos para las carreteras que necesitamos no queda claro, sería un cambio de un activo menos rentable por otro más productivo. Nada más.
Pensábamos que se trataba de una jugada para ganar algo de efectivo y gastarlo en su segundo mandato, pero con los malos resultados de la encuesta de Invamer Gallup, quedamos más locos, porque hoy se ve muy lejana la posibilidad de que Juan Manuel se quede cuatro años más en la Casa de Nariño.
La encuesta confirmó que la imagen favorable de Santos está en su punto más bajo y cayó de 48 % a 21 %. La medición bimestral de Gallup confirma que el 82 % de los consultados cree que las cosas en el país están empeorando; el 72 % tiene una imagen desfavorable de Santos y el 71 % cuestionó su gestión, en tanto que apenas el 25 % lo respalda.
Es decir, con los números en contra, que nos expliquen adónde va el Gobierno, porque los analistas consideran más rentable y lógico acudir a entidades de financiamiento como el Banco Mundial, el BID, la CAF o gestionar un crédito interno por los $4,5 billones que necesita para la inversión y evitar el recorte presupuestal.
Con esas opciones, al Presidente no le afectará la decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca de suspender la enajenación del 57.66 % de la propiedad accionaria de la Nación en Isagén.
Según la encuesta el problema del Gobierno no es de caja sino de ejecución, y en ese orden de ideas suena lógico que se haya presentado la crisis ministerial de la semana pasada. Por algo las cifras están en contra de Juan Manuel y ahora son pocos los que apostamos por las posibilidades de su reelección.
El presidente debe encontrar un equipo que le ayude a levantar la imagen y a llevar a buen término este mandato, porque nunca se sabe qué pasará en las urnas en 2014. Y el país en estos momentos no parece apostarle a más de lo mismo.
Con algo de razón la Contraloría General de la República señala al Gobierno por falta de ejecución de inversiones. Según datos oficiales, al primer semestre de 2013 sólo se gastó el 28 % del presupuesto del año y en cambio dejó en las bóvedas del Banco de la República cerca de 20 billones de pesos, unas cuatro veces el valor que espera recibir por la venta de Isagén.
En estas líneas hemos redundado al máximo en la importancia de la inversión en infraestructura y hemos defendido a capa y espada el desarrollo del proyecto Autopistas de la Prosperidad, antes llamado Autopistas de la Montaña.
Pero los gobiernos son lentos y el de Juan Manuel va como tortuga, lentamente dejando pasar el tiempo, ya le resta menos de un año de mandato y la infraestructura sigue frenada, con muchos anuncios pero poca acción. ¡Y de la reelección ni hablar….
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