En días pasados el Dane presentó los resultados de la medición de pobreza en 2012. Dicha medición incluye la metodología que calcula la pobreza según el nivel de ingresos de los hogares e incorpora la nueva metodología denominada "Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)", que considera aspectos como la educación, el trabajo, la salud y la vivienda.
Según el Dane, el ingreso promedio nacional en 2012 era de 500.531 pesos. Sin embargo, el informe ilustra las grandes diferencias que en Colombia se presentan en cuanto a ingresos entre la ciudad y el campo. Mientras que en las 13 principales ciudades el ingreso promedio de los hogares era de 709.155 pesos, en el resto, o sea en las zonas rurales, era de 207.235 pesos. Esto significa que el hogar promedio rural percibe tan sólo un 29 por ciento del correspondiente al hogar urbano.
Indudablemente, la pobreza continúa disminuyendo. Así, en 2009 el índice de pobreza para el total nacional era de 40,3 por ciento y en 2012 fue de 32,7 por ciento. En las 13 ciudades pasó, en igual período, de 25,6 por ciento a 18,9 por ciento, consiguiéndose, por primera vez, que la misma se ubique por debajo del 20 por ciento. Por su parte, la pobreza rural pasó de 53,7 por ciento en 2009 a 46,8 por ciento.
Aunque la pobreza total nacional disminuyó en 1,4 puntos porcentuales, entre los años 2011 y 2012, y en las 13 ciudades lo hizo en 1,7 puntos, en el sector rural esta aumentó en 0,7 por ciento.
La pobreza extrema también ha venido disminuyendo. Sin embargo, mientras que en las 13 ciudades la misma pasó de 3,5 a 3,3 por ciento, entre 2011 y 2012, en las zonas rurales aumentó de 22,1 por ciento a 22,8 por ciento.
Las cifras sobre pobreza en Colombia muestran cómo este fenómeno tiene, como se ha señalado en esta columna, un marcado carácter rural. Basta ver que la pobreza total en el campo es un poco más del doble de la correspondiente a la de las 13 ciudades.
En cuanto a la pobreza extrema, o sea en donde se encuentran los más pobres de los pobres, las diferencias son aún más abismales, pues mientras en el campo es de 22,8 por ciento, en las ciudades es del 3,3 por ciento. Esto significa que la pobreza extrema es casi siete veces mayor en las zonas rurales.
Cuando la pobreza se mide a través del IPM, se confirma que en el país la pobreza viene disminuyendo. En este caso, dicha reducción se observa tanto en las ciudades como en el campo y es precisamente en este sector en donde se registra la mayor reducción entre 2011 y 2012.
Preocupa, entonces, el aumento que se presentó en 2012 en la pobreza rural medida por ingresos, pues este hecho evidencia la precaria situación que se vive en el campo y lo difícil que resulta combatir este fenómeno porque algunos indicadores de crecimiento de la agricultura y de empleo rural muestran ligeras mejoras en el último año.
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