Al Atlético Nacional de las últimas temporadas no le ha faltado su novela. Ahora, además del pobre desempeño futbolístico en la Liga Postobón, con derrotas en las dos primeras fechas, frente a Millonarios y DIM, se suma la inconformidad de la afición y de un amplio sector de la prensa con el técnico hispano argentino Ramón Cabrero.
Y es que el craso error del estratega, al manifestarle al diario La Nación de Argentina que tiene todo listo para regresar en junio al club Lanús, generó inconformismo y decepción entre quienes soñaban con que el equipo verde cumpliría un proceso a largo plazo.
Como el fútbol es de pasiones, los que comulgaban con su estilo de trabajo y le perdonaban las decisiones y equivocaciones en la orientación del plantel, se convirtieron en los mayores críticos de Cabrero.
El 47 por ciento de rendimiento en su campaña (comenzó el año en 51 por ciento) se mira hoy como muy bajo, teniendo en cuenta la calidad de la nómina y la alta inversión económica, incluyendo privilegios como una pretemporada en Argentina.
Cabrero ha dirigido hasta hoy 26 partidos con nueve triunfos, diez empates, siete derrotas, 35 goles a favor y 28 en contra, desempeño que debe mejorar desde el sábado ante el Cali para que baje la tempestad, aunque el técnico diga que está tranquilo y acostumbrado a las rechiflas en los estadios.
Pero aparte del tema del entrenador, que merece un análisis a fondo por parte de los directivos, los hinchas siguen reclamando el nombramiento de un presidente, pues consideran que eso es urgente y podría, en parte, generar un cambio positivo.
La lentitud para resolver esta situación no se ve con buenos ojos, ante lo cual dicen que ellos no pueden dejarse llevar por los dos últimos resultados. En el torneo pasado perdió los primeros siete partidos. A los jugadores, que en este momento pasan de agache, la fanaticada les exige compromiso, más lucha y entrega. Que no se hagan los sordos, porque el mal también parte de ellos.