A pesar de que la alerta mayor por una posible erupción pesa sobre el volcán Nevado del Huila, según Ingeominas, el presidente Álvaro Uribe Vélez decidió visitar ayer Ibagué para enterarse de primera mano cómo es el plan preventivo frente a una posible erupción del volcán Cerro Machín.
En una reunión privada efectuada en el aeropuerto de la capital tolimense, a la que asistieron los miembros de los comités locales, regional y nacional de emergencias, estos le expusieron al mandatario que desde el pasado 28 de enero, el Comité Técnico Nacional para la Prevención y Atención de Desastres dispuso medidas de prevención en torno a una eventual erupción del volcán Cerro Machín.
Según la Presidencia, "luego de evaluar la actividad sísmica volcánica, se ordenó implementar una serie de medidas de prevención a través de las entidades que conforman el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres".
Los que salieron corriendo
Y aunque en el cronograma de trabajo en Ibagué el Presidente tenía como objetivo primordial ser informado del estado del volcán y el avance en los planes sociales, a la reunión no asistió ninguno de los casi 600 habitantes de las laderas y alrededores del Cerro Machín, que hoy permanecen albergados en el Coliseo de Ferias de dicha ciudad.
En conversación con EL COLOMBIANO, Alexánder Aguilera, uno de los líderes de las 300 personas de la vereda El Guaico que llegaron a Ibagué pidiendo ayuda después del enjambre de sismos presentado el pasado domingo, dijo que aunque han sido atendidos muy bien, el Gobierno Nacional no les ha dado soluciones concretas.
"Nosotros somos atendidos por la Policía, la Cruz Roja y personas muy queridas, pero el Presidente vino a Ibagué y no nos preguntó qué necesitábamos ni qué hacer", exclamó Aguilera.
Alexánder fue uno de los que, linterna en mano, convenció a sus coterráneos de emprender el viaje de casi dos días para abandonar la semidestruida vereda.
"El Guaico es la vereda que más cerca está del volcán, porque está al pie de la ladera. Inclusive, para venirnos para acá, nos tocó pasar por encima del volcán, porque es la única vía de salida que teníamos... Nosotros pedimos que nos reubiquen, porque si volvemos, la primera piedra que bote (el Machín) nos va a caer en la cabeza", agregó este líder comunal que conoce el área en peligro más que nadie.
Lo mismo piensa María Posada, una agricultora de la vereda El Guaico, quien le pide al Presidente que cumpla las promesas que les hizo a las autoridades del Tolima en el aeropuerto y no a ellos en sus albergues.
"Acá vino el alcalde (de Ibagué, Jesús María Botero) y nos dijo que el Presidente se había comprometido a ayudarnos con nuestros problemas. Yo confío en su palabra y aspiro a que sea verdadero, porque necesitamos mucha ayuda", comenta María, la mujer que tuvo apenas tiempo de salir de su finca con las botas pantaneras y un par de prendas más.
"No queremos volver sino por el resto de cosas que se nos quedaron, pero el problema es que ni vías hay para llegar a la vereda", sentenció Posada.
El presidente Uribe prometió crear un banco de materiales y dineros para reconstruir las casas afectadas por los sismos del Machín.
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