En la última reunión tripartita entre centrales obreras, empresarios y Gobierno, las posiciones se radicalizaron al punto de que después de hora y media de deliberación, no hubo consenso para definir el incremento del salario mínimo para el próxiimo año por lo que será el Gobierno el que fije por decreto ese aumento.
Al terminar la última reunión de concertación salarial se conoció que las partes seguían con las mismas posiciones en la que los empresarios ofertan un 3,5 por ciento y los trabajadores siguen divididos CGT un 7,85 por ciento y la CUT 10 por ciento.
El presidente de la Confederación General del Trabajo, CGT, Julio Roberto Gómez, afirmó que “el individualismo, falta de sentido de lo social del sector empresarial y que el Gobierno no haya jugado limpio” llevaron a que fracasara la mesa de concertación para el salario mínimo del 2013.
El dirigente sindical agregó "Angelino Garzón tuvo la virtud de decir públicamente lo que todos estábamos pensando, que una propuesta, un incremento del 3.5 por ciento era realmente como lo es, un planteamiento miserable, egoísta, individualista que no contribuye a construir democracia”.
El líder de las Centrales obreras inidcó el pasado martes, también que "un 10 por ciento no es nada del otro mundo, porque el salario mínimo es precario, nadie vive en este país con el mínimo legal".
Así mismo, las asociaciones declararon que con 566.700 pesos pagar arriendo, comprar vestuario, canasta alimentaria, transporte e ir de vacaciones es prácticamente imposible.
Para los sindicalistas el ofrecimiento de los empresarios de un 3,5 por ciento sigue siendo bajo, es decir, 19.834 pesos. Gómez declaró que "el ofrecimiento es un insulto a la pobreza de quienes devengan el salario mínimo".
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