Una de las cosas que más satisfacción le produce a un padre es ver que su hijo culminó sus estudios y que la inversión que hizo en su capacitación intelectual, regresa convertida en progreso para la empresa familiar.
Senco Colombiana es un ejemplo de eso y dentro del ecosistema que apalanca Ruta N, esta empresa ya demostró cómo se pueden superar procesos manuales a través de la tecnología con innovaciones ciento por ciento antioqueñas.
En 1980, el ingeniero químico Francisco Velásquez fundó la empresa. Al principio se dedicó a la elaboración de malla abrasiva, pero al cabo de unos años la compañía se enfocó en la producción de artículos relacionados con la industria de la construcción como accesorios para baño y la línea de decoración. En su sede, en Guarne, diseña y fabrica porcelana sanitaria, decorativa y productos especiales cerámicos.
Con 180 empleados y una línea que abarca unos 30 productos, Senco dio un salto en innovación que la hizo pasar de la manualidad a una tecnología creada por ella misma, que optimizó todo el engranaje de trabajo.
Formación en Alemania
La historia de la empresa cambió cuando Alejandro Velásquez López, ingeniero Mecánico de la Universidad Eafit, realizó una maestría en Ciencias de Mecatrónica en la Universidad de Ciencias Aplicadas, en Weingarten (Alemania).
El joven empezó a hablar con su padre Fernando (el fundador de la compañía) para darle un impulso en innovación tecnológica.
"Cada empresa, de acuerdo a sus productos, necesita máquinas específicas y diferentes. Las empresas grandes como Corona, las importan de Alemania. Nosotros decidimos tener creación e ingenio para desarrollar nuestras propias máquinas y lo logramos. Al día de hoy hemos desarrollado nuestra propia tecnología y los resultados han sido muy favorables", afirma Alejandro.
Actualmente es profesor de planta de Eafit y, como asesor externo de la empresa familiar, ha sido el responsable de impulsar los procesos de automatización de Senco.
Ninguna de las máquinas que ha creado para automatizar sus procesos tiene nombre. La primera de ellas nació en 2006 y ayudó a que el esmaltado de los plafones eléctricos (la base donde se enrosca un bombillo), que antes se hacía manualmente, se hiciera con mayor calidad, rapidez y sin riesgo para los operarios.
Pero diseñar y traer a la realidad una máquina de estas genera gastos y la compañía no tenía cómo solventarlos. Afortunadamente, hoy Medellín, a través de entidades como la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, ofrece soluciones como el concurso Inngenio.
"No hay que creer que siempre hay que importar maquinaria, hay que hacerla a nivel local y se puede. En el 2009 ingresamos al concurso de Inngenio, proponiendo un proyecto de 'Automatización del proceso de vaciado de accesorios cerámicos'. Fue una idea innovadora que tuvo mucha acogida y fue el proyecto ganador en el Cluster de la Construcción", cuenta el empresario.
Y agrega: "Volvimos a participar al año siguiente y ganamos con otro proyecto. El impulso que nos ha dado el concurso Inngenio ha sido fundamental para seguir renovándonos tecnológicamente", afirma Velásquez.
Lleva tres desarrollos
Hasta ahora, Senco ha creado tres máquinas para automatizar diferentes procesos, una de ellas ha esmaltado 15 millones de unidades de plafones, las otras dos han funcionado y los resultados se reflejan en proteger la salud de los empleados, aumentar la producción y generar mejores condiciones con ingresos que han aumentado.
"Se podría pensar que al automatizar procesos que antes eran manuales, el número de empleados va a disminuir. Pero no es así. Por el contrario, ha aumentado. Hay que ser conscientes que para crecer no se debe contratar gente porque sí, porque no sería viable el negocio. Hay que avanzar también en los procesos de innovación en ciencia y tecnología y Senco lo hizo", dice.
Para él también ha sido muy importante educar a la planta de trabajo en innovación. "Ganarse la confianza de los empleados, es otro punto importante. Hay que hacerles entender que los proyectos y que los avances tecnológicos no son el enemigo. No se puede hacer todo de la misma forma por siempre, hay que evolucionar".
Senco le sigue apuntando a la innovación con nuevas máquinas para hacer piezas más grandes. Ahora está concursando para ganar el Premio Innova del Ministerio de Industria y Comercio. Su meta es seguir creando su propia tecnología, su propia innovación, un camino que les ha permitido tener nuevas oportunidades de negocios en el mercado internacional, en Panamá, Costa Rica, Jamaica, Ecuador, Venezuela, Chile y El Caribe. Todo lo hace con talento ciento por ciento antioqueño.
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