Sin duda, uno de los destinos más elegidos para Semana Santa es Bogotá y si va a viajar allí no sobra que le ponga cuidado a esta nota que lo puede orientar para que tome la mejor opción y el recorrido no le vaya a resultar un fiasco.
Si va en bus, la única alternativa es por Ibagué y el viaje tarda 12 horas. Si lo hace en vehículo particular, puede tomar un desvío en Puerto Salgar para salir a Guaduas, una ruta más rápida (9 a 10 horas), aunque con un tramo de carretera destapada.
1 - GOCE LA DOBLE CALZADA HASTA MARINILLA
La distancia que separa a Medellín de Bogotá está medida por la autopista que une las dos capitales, un trayecto de 406 kilómetros que tiene sus altas y sus bajas: hay zonas donde la vía es plana, con el pavimento en óptimas condiciones y que le permite desarrollar una buena velocidad y conducir tranquilo, aunque no confiado.
Así es el primer tramo, entre Medellín y Marinilla, cuyo recorrido se hace en una hora y es la antesala de un viaje que en los días que hay verano, resulta agradable, sobre todo si se hace sin apuros para disfrutar del paisaje cambiante que va apareciendo a lo largo del trayecto.
En este tramo ya quedó plenamente superada la falla que presentaba la carretera en el sitio El Llano, antes del peaje de Copacabana, y la montaña del costado oriental ya no se ve amenazante. Los días secos permitieron que se agilizaran los trabajos y la vía quedó en excelentes condiciones.
Desde allí hasta Marinilla y el ingreso a Guatapé, la vía es amplia, de doble calzada, perfectamente señalizada y con abundantes estaderos, paradores y restaurantes.
2 - POR COCORNÁ, MEJOR BAJE LA VELOCIDAD
Pero ojo: toda esa dicha que disfrutó con una vía amplia y llana hasta Marinilla se le puede convertir en pesadilla si no conduce con precaución en lo que sigue del trayecto.
La carretera, en el tramo hasta Cocorná, San Luis y Puerto Triunfo, es de una sola calzada, con abundantes curvas y descensos que pueden resultar peligrosos si no se viaja con precaución.
Hay cuestas, uno que otro paso con fallas y hundimientos que si bien no le atrancan el viaje o le obligan a largas esperas, hay que tomarlos con cuidado, pues implican reducir la velocidad y tener paciencia para darle paso al que viene en sentido contrario.
3 - EN PUERTO TRIUNFO SE ABREN RUTAS
Hacia adelante, la autopista lleva al viajero desde Puerto Triunfo hacia La Dorada (Caldas), luego a Honda (Tolima) y de allí a emprender la marcha final hacia Bogotá.
En Puerto Salgar (Cundinamarca) hay dos opciones: seguir por la vieja autopista y toparse con un derrumbe que ocurrió en Semana Santa hace un año en el sitio Alto de La Mona, entre Guaduas y Honda, o tomar desvío en Puerto Salgar.
Si opta por seguir la vieja ruta, debe tener en cuenta que en el Alto de La Mona sólo se da paso entre las 10:00 de la mañana y las 10:00 de la noche. Si los cálculos le dicen que no va a llegar a tiempo, mejor no se aventure, pues le pueden tocar 12 horas de espera hasta que reabran la vía.
4 - PUERTO SALGAR Y LA RUTA DEL SOL, LA OPCIÓN
Muchos hacen lo último: esperan la reapertura, pero son en su mayoría camioneros que tienen que ahorrar dinero y gasolina. Así lo hace José Guido , quien suele llevar viajes cargados de chatarra de Medellín hacia Bogotá.
"Me sale mejor esperar que ir a gastar gasolina, llantas, ejes, que tomar por Ibagué, porque el viaje es mucho más largo, y por Puerto Salgar no dejan pasar camiones", relata Guido. Añade que el derrumbe de Guaduas sólo le ha dejado pérdidas al transporte.
Esa falla, que es una incertidumbre la fecha de terminación de las obras de reparación, aún se ve amenazante. Es una montaña muy alta que desprende rocas gigantes y de allí que muchos no se arriesguen a pasar.
"Ya llevan un año y nada, esto nos dejó la ruina, casi todos los estaderos y negocios por acá cerraron porque ya no pasa nadie", comenta José Fernando Charris , un campesino que ya no sabe ni qué hacer para poder sacar sus productos y venderlos.
5 - PUERTO SALGAR-LA VEGA, EL CONTRASTE
Quienes toman la ruta Puerto-Salgar-Villeta, salen en realidad a Guaduas, un pueblo a dos horas de Bogotá que vivía de la carretera y sin los buses y camiones pasando, quedó moribundo. Así lo siente Álvaro Hernández , dueño de un restaurante.
"Yo tuve que despedir tres empleadas, traje a trabajar a mi mujer", anota. Lo mismo dicen en El Portal de Belén, un negocio muy bien acreditado que pasó de vender 60 almuerzos por día a sólo 5 ó 6.
"Había bar, pero se cerró por falta de clientes, echamos seis meseras", dice Luz Elena Sánchez , administradora.
Comentan varios transportadores de carga que desde que tuvieron que tomar desvío por Ibagué, los costos de los viajes se incrementaron en promedio 300 mil pesos.
"Nosotros transportamos crudo del Llano y en meros peajes uno se gasta 80 mil pesos más, por la vía tradicional son 80 mil", expresa Julio Torres . Subraya que los costos de cada uno de sus viajes pasaron de 2 millones 500 mil pesos a casi 3 millones.
Hay un contraste entre la vía por Ibagué, que tarda doce o trece horas, es decir 4 horas más, y la ruta por Puerto Salgar-Villeta, que alarga el viaje a 9 o 10 horas. Lo normal eran 8 horas.
"La de Ibagué es una sedita, es una carretera muy buena", afirman el señor Torres y otros transportadores consultados.
El otro tramo -Puerto Salgar-Villeta- es más corto: es de exactamente 57 kilómetros hasta salir a Guaduas. La carretera es destapada, pero en los primeros 47 kilómetros es lisa, llana y tiene un buen afirmado que le hicieron en el marco de los trabajos de la Ruta del Sol, un megaproyecto vial que enlaza a Bogotá con la Costa Atlántica. Pero los últimos 10 kilómetros antes de Guaduas son dramáticos, pues la vía, aunque está bien señalizada, es muy quebrada.
Si alguien va en su vehículo con un anciano, un enfermo o una mujer embarazada, es mejor que no tome esta opción, pues además de molesta, es peligrosa y mala para la salud. Mejor haga el viaje por Ibagué, que es más largo, pero más sereno y seguro.
6 - ENTRE VILLETA Y BOGOTÁ ES UNA SEDA
Lo que llega para el viajero luego de superar Villeta es un epílogo feliz para empezar a disfrutar del frío capitalino.
Después de Villeta y Nocaima (Cundinamarca) hay dos rutas para Bogotá: una por Sasaima y otra por La Vega. La mejor opción y más corta es por La Vega. Son 60 kilómetros de una vía amplia, con doble calzada aunque sin separador, pero con una carretera en perfectas condiciones de transitabilidad.
En La Vega, pueblo comercial y caliente, el paseadero de los bogotanos, puede comerse un enroscado con gaseosa o tomarse un chocolate con pan y seguir feliz hacia su destino, Bogotá. Después de hacer el trayecto, hay decir que el derrumbe en Guaduas es el único lunar significativo de la autopista Medellín-Bogotá.
Pico y Placa Medellín
viernes
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