Cuando Juan Guillermo Londoño Posada habla del bienestar de sus empleados y colaboradores, se le ilumina el rostro y gesticula más de la cuenta. El presidente de Colombiana de Inversiones (Colinversiones) no puede negar que su obsesión es que el bienestar colectivo, se irrigue a todos los miembros de la familia de los empleados.
Por eso habla con certeza de que no solo está direccionando una compañía sino también un grupo humano en pro del cumplimiento de unos objetivos de responsabilidad colectiva que se transmite a los clientes, los accionistas y colaboradores.
"Colaboradores dignificados, que sean señores antes que doctores", así los denomina y por eso mantiene con ellos una relación amistosa, cálida y respetuosa, que busca conocer cómo está el entorno familiar.
Y a medida que su círculo íntimo se cierra, Londoño Posada confiesa que un empresario es responsable socialmente cuando ayuda a cerrar las brechas sociales de sus empleados más cercanos. No es cuento, por ejemplo, que la familia de esos colaboradores participe en actividades culturales, cursos de formación, tengan un computador y un trato digno, que les permita forjar su futuro. Y todo ello, de la mano del empresario amigo y cercano.
"Parte de la tarea es ayudar a establecer metas y servir es sinónimo de progreso", insiste y recalca que todo esto hay que acompañarlo de buenas prácticas ambientales sencillas como el adecuado manejo de las basuras o el uso racional del agua y la energía.
Responsabilidad social no es una moda, dice. El asunto va más allá y en Antioquia se ha andado mucho, pero todavía falta. Y en eso trabaja.
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