Caras de satisfacción, niños soñando, jóvenes orgullosos, dirigentes agradecidos y deportistas ilusionados fue la constante ayer en Turbo.
En esta población del Urabá antioqueño, el Niño Dios se adelantó y sorprendió con tremendo regalo: un estadio reglamentario para fútbol y atletismo con capacidad para 9.200 espectadores.
"Les prometí y les cumplí", fue la frase que repitió tres veces el gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos. Y tenía razones y justificaciones para la insistencia, porque gracias a esta obra las nuevas generaciones deportivas tendrán "el lugar apropiado para conseguir marcas y competir al más alto nivel".
Los 34 grados centígrados que azotaron la mañana no impidieron que la población presenciara la entrega oficial de la obra que empezó a construirse en octubre de 2010. Está avanzada en un 85% y fue calificada por el exjugador John Jairo Tréllez (nombre que suena para ponerle al escenario) como la "nueva joya de los urabaenses".
Julio Roberto Gómez, gerente de Indeportes, enfatizó en que "este proyecto avanzado de ingeniería que nos tiene felices, lo hicimos para reconocer la comunidad deportiva y talentosa que sobra y crecerá más en la región".
El comentario fue validado por las medallistas panamericanas Princesa Oliveros y Catherine Ibargüen, quienes invitaron a sus paisanos a cuidar el estadio y a aprovechar la pista, con la misma tecnología de Londres-2012, para que Antioquia tenga más campeones.
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