Un campesino murió fulminado por un rayo, cuando se bañaba en su casa de la vereda Cestillal, ubicada a tres horas en carro de la cabecera del municipio de Amalfi, Nordeste antioqueño.
Daglen Fernando Ramírez, comandante del cuerpo de bomberos de la población, relató que el viernes en la tarde el agricultor Nelson de Jesús Ospina, de 45 años, les guardó en la casa de su finca la herramienta y cables a los trabajadores de una empresa contratista que realiza labores de electrificación en la vereda.
En la noche se desató una fuerte tormenta en ese sector y uno de los rayos impactó en la vivienda de Ospina, a la cual le destrozó un muro y parte del techo.
El lunes los trabajadores fueron a reclamar las herramientas para continuar con su trabajo, pero nadie les abrió. Y como un fuerte olor se sentía en el lugar, llamaron a los autoridades.
"Cuando entramos a la casa, notamos que prácticamente la había partido un rayo y en el baño encontramos totalmente carbonizado el cuerpo de Nelson de Jesús, quien vivía en el casco urbano de Amalfí y en la semana se iba a trabajar en su finca en Cestillal", relató el socorrista.
El labriego fue sepultado este martes en el cementerio de Amalfi.
Otros fallecidos
Las autoridades de Amalfi también informaron que el lunes en la tarde se presentó una emergencia por un alud que cayó en una mina de la vereda Viborita, con saldo de un minero muerto y otro herido.
La víctima de este caso fue identificada como Darío Galeano.
Finalmente, el socorrista indicó que a la morgue de esa población llevaron el cadáver de un hombre que hallaron hace 8 días, enterrado a orillas de la quebrada La Blanquita.
Comentó que el cuerpo del hombre que fue desmembrado por desconocidos fue hallado gracias a un perro que llevaba varios días en el sitio y cuando veía gente ladraba y excavaba en el lugar, lo que les llamó la atención a varios mineros que pasaban por el lugar y les informaron a los bomberos.
Indicó que cuando llegaron allí, encontraron el cadáver de un hombre indocumentado, al parecer el amo del perro, al que llevaron al casco urbano, por donde hoy deambula y cuando tiene hambre se acerca al comando de bomberos para que le den comida.
"Estamos viendo cómo le hacemos una perrera y vamos a adoptar a la mascotica, porque no ha aparecido nadie a reclamar el cadáver del que parece fue su amo", dijo el jefe de bomberos de Amalfi.
