x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Una causa: los toros

23 de diciembre de 2009
bookmark

Ya lo sabíamos. Desde hace tiempo era una batalla que pintaba mal, pero no por eso había que dejar de creer y de luchar. Al final se dio lo que presagiábamos: Cataluña ha renegado de parte de su pasado (eso sí, nunca fue epicentro) y las corridas de toros podrían desaparecer allí en un futuro no muy lejano, como lo hicieron hace ya mucho tiempo en las Islas Canarias.

¿Dije desaparecer? Perdón, no es exacto. Lo preciso es decir que serán prohibidas. Que es otra cosa. Hay muchas cosas prohibidas -ni malas ni buenas, apenas diferentes- que han sido condenadas a la hoguera y que se las arreglan para sobrevivir en este mundo políticamente correcto, que disfraza en vano su hipocresía y doble moral.

Sorprende, dirán incluso taurinos, que este tipo, quien escribe, cometa la ingenuidad de darle vitrina a un golpe contra la fiesta brava como el que acaba de dar el parlamento catalán. Para nada, señores. Se trata de, uno, asumir el momento histórico, y dos, volver a decir lo mismo que hemos dicho siempre: que no nos vamos a ir y que no tenemos por qué irnos de donde nos gusta estar. Por una sencilla razón, además: conocemos de fondo las razones por las cuales nos consideramos taurinos, lo que significa una enorme diferencia con aquellos que nos atacan y piden nuestra extinción, en general sin otro pretexto que su propia ignorancia.

Ahora bien, vale hacer una distinción entre quienes no gustan de las corridas de toros y aquellos que se han empeñado en su desaparición. A mediados de este año tuve la oportunidad de ir a los toros en Bayona, al sur de Francia (donde, aparte, vi, en una tarde inolvidable, con bravos y serios toros de El Pilar, la maestría de El Fundi, el toreo eterno de José Tomás y el presente infinito de Sebastián Castella).

Y encontré en esa plaza y sus alrededores una liturgia incomparable, que ya quisieran lugares emblemáticos de España o América, como Madrid, Sevilla, México D.F. o Lima. Pero así mismo, en aquellos instantes en que cambié de escenario en la misma ciudad, viví en carne propia, no la descalificación y los epítetos que se han ido haciendo costumbre, sino el profundo respeto por quien no piensa igual. E, incluso, en charlas amenas, debatimos con quienes no comparten esta pasión, pero nos toleran.

Tolerancia que debería partir de la realidad de un hecho: el empeño de los enemigos de la fiesta por acabar con ella pone en peligro el futuro no sólo del toro bravo sino del hábitat en que nace, crece y se desarrolla. Un hábitat convertido en trinchera contra la urbanización. Ese otro mundo que los antitaurinos desconocen y que, quienes tuvimos la oportunidad de participar en el proyecto patrocinado por Fedegán, está ahí, como testimonio, en las 280 páginas de ' El toro de lidia en Colombia ', mucho más que un libro.

El golpe de Cataluña a las minorías, porque es eso y nada más, debe significar la unión de ésta, la nuestra, la inmensa minoría del mundo del toro bravo. Que debe empezar por cuidar de esa esencia y eso sólo se hace con la verdad, un asunto mucho mayor que enriquecerse a costa de una pasión que no tiene precio.

Entre tanto, permítanme decir que este sábado 26 de diciembre vuelvo a los toros, ¡que es una dicha!, en Cali. Y luego, en Manizales, Bogotá, Medellín, Duitama, Armenia, Madrid , Sevilla, El Puerto (ojalá Barcelona) y donde haya y se pueda.

Sí, cómo no, vuelvo a los toros ¿Me lo permiten? Muchas gracias.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD