El ejercicio público además de requerir conocimiento técnico y científico para tener elementos en la toma de decisiones, también necesita de conocimiento de la realidad en campo, de untarse del barro. La planeación pública es desde el territorio y no desde el escritorio, para la muestra un botón de coherencia: ¡La cumbre de cancilleres de la Alianza Pacífico, se hizo en el Caribe…
La innovación social requiere de ambos conocimientos, en tanto es un proceso de construcción con la comunidad de productos, procesos, servicios o metodologías que satisfagan las necesidades sociales. Lo cual hace que los resultados sean deseables para la gente, viables porque la tecnología los permite hacer y escalables para llevarlos a más personas.
Conocer el territorio implica darle sentido al conocimiento técnico, una de las dimensiones de desarrollo humano es la de Hábitat, y afortunadamente es la que más innovaciones sociales está generando. Un ejemplo de ello es la Fundación Un Litro de Luz, la cual trabaja de la mano con A Liter Of Light (Filipinas).
Un Litro de Luz se basa en el potencial de la luz solar usando una botella de envases plásticos reciclados, una teja corrugada a la que se le hace el hueco para meter la botella, una solución de agua y cloro, todo eso se sella herméticamente y tiene una vida útil de 10 años. En Colombia se ha hecho exitosamente en ciudades como Cali y cuatro barrios de Medellín, la comunidad es capacitada para instalar y reparar los litros de luz.
Hace mucho tiempo le sigo la pista a Un Litro de Luz, pero hasta esta semana tuve el placer de conocer su director. Me llamó la atención escucharlo hablar de la reducción de los índices de violencia intrafamiliar en las familias en situación de extrema pobreza donde se instala Un Litro de Luz.
Sus historias reflejan conocimiento de la realidad, de ese que resulta de montarse en muchos bancos para poner la luz en las casas de las familias más pobres. Una persona de cada cinco vive sin energía eléctrica en el mundo, eso dijo en 2010 un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) según el cual más de 20 % de la población mundial no tienen acceso a la electricidad. En Colombia el DANE dijo en 2010, que el 93,6 % de las viviendas tiene conexión a Energía Eléctrica.
Camilo Herrera, Director de Un Litro de Luz, me decía que para ellos aproximadamente 5 millones de colombianos no tienen luz eléctrica. Con tanto impacto social, el reto actual de Un Litro de Luz es la sostenibilidad y el desarrollo de un exitoso modelo de negocios, para lo cual es bienvenido el sector privado para apadrinar a Un Litro de Luz en cómo ser sostenible y continuar beneficiando a los más pobres.
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