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"Si quisiera refugiarme en alguna ciudad de América Latina para componer un disco, uno pensaría primero en Cartagena de Indias, pero esa es una ciudad muy idílica, a mí me gustan los sitios más locos, creo que me vendría bien Medellín".
Lo dijo Sabina, en Bogotá, en la rueda de prensa que brindó la semana pasada, pero suena fenomenal en Medellín, donde el cantante de Úbeda se presenta hoy.
Agregó que, para esta noche, espera que suceda lo que debe suceder en todo primer encuentro, "una emoción íntima", que buscará despertar con las canciones de Vinagre y Rosas y con algunos de sus clásicos.
El ya anduvo por acá, aclaró. Fue en 1992, en el Coliseo Iván de Bedout, durante una gira de apoyo a los pueblos indígenas, organizada por el gobierno de entonces, que encabezaba César Gaviria Trujillo.
"Ese viaje fue todo un anecdotario: viajamos en un avión de paracaidistas porque había peligro en la carretera; en el escenario había dos hombres armados y cuando subí dije 'yo no canto con estos dos señores', pero un hombre que venía al lado me dijo: 'Tú si cantas' y naturalmente canté".
Pero lo de esta noche es otro cuento.
"Sí será la primera vez que cantemos con el grupo y con espectáculo completo; lo que habrá de nuevo es lo que siempre pasa en esas ocasiones: una emotividad superior de cuando cantas en un sitio al que has ido mil veces. Por eso, cambiaremos algunas de las canciones", explicó Sabina.
Esta noche, en el Teatro Metropolitano, estarán junto a Sabina los infaltables Pancho Varona y Antonio García de Diego, y cuatro músicos más, cada uno de superior calidad.
Sus seguidores en Medellín lo han esperado con años, envidiando sus visitas a Bogotá y a Cartagena. Pero la espera se acaba esta noche, cuando suba al escenario el señor Sabina.